Academia Neregunthur I: Elohim

Dylan 47

                 

Aparecí tirado en el suelo con Kate en mis brazos, mientras una nube de polvo nos cubría por completo. Intenté aguantar la respiración, pero me encontraba jadeante, cansado y con demasiadas nauseas para hacer cualquier cosa. Cuando respiré, solo logré provocarme la sensación de asfixia. Kate se liberó de mi rápidamente y me giró para que pudiera clamarme. La observé atentamente.

-¿Qué demonios fue eso?-preguntó.

-¡Hoffman!-lo regañó Nastrond.

Levanté la vista y vi como el hombre de bastón se encogía de hombros.

-A mí no me vea-se excusó-¡No he sido yo!

-Mierda-soltó Kate.

Yo aún no lo entendía.

-¿Entonces, como?

-Fuiste tú idiota-sonrío Jake mientras nos ayudaba a ponernos de pie.

Observé mis manos mientras me sacudía el polvo. ¿Realmente había sido yo? ¿Había sido capaz de convocar aquella cosa? Recordé cuando Kanabe mencionó que los poderes de un Elohim no aparecen de golpe, sino se desarrollan poco a poco. Por ello no me había estado regenerando últimamente. Recordé cuando Hoffman mencionó que teníamos demasiado en común...era eso. Eso era lo que teníamos en común. Era un Posicionador.

-¡Como sea!-gruñó Nastrond-¡Vámonos!

Y todo su equipo se esfumó por la puerta del ascensor. El Doctor Spielberg llegó corriendo a nosotros, se veía realmente apurado.

-¿Están bien?-preguntó.

-Sí, gracias a Dylan-me sonrío la chica.

-No quiero arruinar el momento, enamorados-llamó Jake-Pero estas cosas están a punto de destruir medio mundo.

Miramos al doctor.

-No puedo detenerlas-lamentó-Los paneles están destruidos.

-¿Y si iniciamos el protocolo del que nos hablaste?

-Se anularía el sistema de lanzamiento y las bombas se hundirían en el océano, pero...no...no hay paneles, tendría que realizarlo manual.

-¿Y que esperamos?-preguntó Jake, mientras corríamos al ascensor.

-No es tan sencillo se quejó.

Lo observé atentamente, y lo entendí. El elevador comenzó a descender.

-Mierda.

-¿Qué ocurre?-preguntó Jake.

-De hacerlo manual, tendría que sobrecalentar los reactores, en ese caso liberarían cierta energía radioactiva que aniquilaría inmediatamente a quien se exponga a ella.

-¡Eres el hombre radiactivo!-exclamó Kate.

-Ya sé, pero necesitaré a un segundo que me apoye, que anule el método de criogenización el tiempo suficiente para que yo los sobrecaliente...

Todos guardamos silencio, era un viaje sin regreso. Un viaje para salvar a la humanidad. Pensé en lo desafortunado que me sentía. Apenas tenía poderes geniales, y ahora estaba en una decisión realmente difícil. ¿Por qué yo? Porque quería ir yo, lo decidí al instante sin embargo me sentía  aún demasiado asustado para decirlo. De cualquier forma, me había decidido por sacrificarme hacía unos minutos por Kate, ahora sería por un número mayor de personas. Además, con algo de suerte, mis poderes de regeneración aún funcionaban lo suficientemente bien para poder realizar la hazaña.

Observé a mis amigos, no podía permitir tampoco que ninguno de ellos se sacrificara. Ellos lo eran todo para mí, no sabría qué hacer si alguno muriese. Tenía que hacerlo, después de todo. Esa había sido en un principio mi misión. No de ellos. Y creo que también, estaba harto de sentirme un inútil. Tal vez ya tuviese poderes, pero me seguía sintiendo como tal.

-Yo voy contigo-dije firmemente.

-No, definitivamente no-mencionó Jake-No dejaré que vayas y mueras, solo para hacerte el héroe. ¡Yo también quiero hacerme el héroe! Y claro....no quiero que te pase nada...

-No, Dylan...es arriesgado-mencionó Kate.

Los observé atentamente, al morir, de toda la vida en sí, ellos serían a los que más extrañaría.

-No, ustedes vayan y sálvense, ¿de acuerdo?-les pedí.

Las lagrimas comenzaron a resbalar por las mejillas de Kate, inclusive Jake se veía asustado.

-Sálvense ustedes...

La chica saltó sobre mí y me rodeo con sus brazos con fuera, mientras se deshacía en llanto. La abracé con fuerza. Las puertas se abrieron de par en par.

-Váyanse mientras aún puedan.

Jake tomó a Kate del brazo y la tiró hacia el pasillo, no sin antes observarme fijamente.

-Dylan, por favor...no mueras o te mataré yo-me ordenó-Se que no tiene ni un puto sentido pero por favor, no te mueras...¡no la vayas a cagar!

Y ambos chicos salieron corriendo por el pasillo, observé fijamente al Doctor. Esté me miro con una sonrisa triste.

-Está bien, andando.