Jake 24

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¿Lo peor de la resaca? La resaca misma.

Después de darme un rápido baño de agua fría, con la ayuda de Ted- algo incomodo- volví a la realidad, y con ella, los horribles malestares post-party.  ¿En qué consistían? Primero un fuerte dolor de cabeza, y un terrible mareo. Sin mencionar ese horrible sentimiento de tener hambre y ganas de vomitar al mismo tiempo.

Me encontraba en el sillón de la sala común de la mansión. Acompañado de Helena y Kate, quienes no hacían más que observar revistas de moda, mientras Zoe leía atentamente su enorme enciclopedia. Al parecer estudiaba…¿Quién estudia en vacaciones? ¿Quién estudia? Pero por la advertencia de gestos de Helena, supe que lo mejor era no comentarlo. Estaba a punto de encender el televisor, cuando alguien tocó a puerta.

-!Tocan!-exclamé.

Matt corrió bajando las escaleras, nos miró con un extraño gesto de: "Ustedes están a tres metros de la puerta, porque no mueven sus aburridos traseros y abren" Sin embargo, no dijo nada. Simplemente abrió.

Se trataba de Steve.

-!Hola!-saludó-Vine a ver a Ted…tenemos cosas que hacer…por cierto, Browning busca a un tal Jake y una Katy.

-Kate-corrigió la chica.

-Como sea, solo soy el mensajero…los quiere en su oficina de inmediato.

Algunos momentos después, en los que Kate se arreglaba…pausa.. ¿Para qué se arregla? Solo es la oficina del Director, esta bien que tenga una especie de…"crush" en Dylan, y así, lo acepto….!Pero para que se arregla! Además, si se tardara poco, unos cinco minutos y ya…estaría bien, sin quejas, pero media hora para recogerse el cabello y cambiarse de zapatos…!que locura!

-¿Ya?-insistía.

-Cinco minutos…

Y así, pero unas cinco veces…me estaba volviendo loco. Como desee que el tiempo se para rápido como en Bob Esponja donde, un letrerito y ya pasaba una semana.

Como fuese, media hora después, ya estábamos en la oficina de Browning en el enorme edificio. Agradable lugar, déjenme decirles…tantas cosas que podían romperse y aún varios años en la academia para planear. Realmente bello.

-Ross, modo incognito-ordenó el Profesor, a nadie en especifico.

Estaba a punto de preguntarle acerca de su cordura, cuando una bella, tranquila, persuasiva y sensual voz robótica femenina, respondió.

-Modo Incognito, activado.

Acto seguido, los cristales del despacho se fueron oscureciendo hasta quedar completamente negros. Y una serie de imágenes, fueron proyectadas sobre el oscuro fondo, hasta que se detuvieron en la fotografía de un extraño hombre. Alto, como dos metros seguramente. Delgado, y de piel clara. De ojos…multicolores detrás de unas gafas, y cabello amarillo canoso alborotado. Vestía una bata de laboratorio, debía tener como treinta años.

El Profesor Browning lo señaló.

-El Doctor Eric Spielberg…alemán, gran científico de su clase, ganador a dos premios Nobel a la Ciencia…y un Elohim, monoquinetico, nivel nueve…preocupante.

No entendí mucho de lo último.

-¿Por qué es preocupante?-preguntó Dylan.

-Su poder…¿recuerdas Fukushima, Japón?-nos planteó.

-¿El accidente Nuclear?-preguntó Kate.

-El lo hizo-fue directo, el Profesor.

Nos quedamos en silencio. ¿Tan poderosos éramos los Elohims?

Academia Neregunthur I: ElohimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora