LOS MUNES

Capítulo 2

Minho y yo nos dirigíamos al bosque para buscar leña. Hoy íbamos a organizar una gran hoguera para todos. Era una pequeña celebración de que por fin todos estábamos organizados y el trabajo era más llevadero. Y la tarea de traer la leña nos la habían asignado a nosotros. No me quejaba, éramos los encargados de muchas cosas, traer la leña era lo mínimo que podíamos hacer.

Mientras caminábamos, no habíamos intercambiado ninguna palabra. Llevábamos un rato en silencio caminando, y más de una vez pensé en empezar una conversación, pero no se me ocurría como sacar el tema. Al final, fue Minho quien empezó a hablarme:

-En un par de días, tal vez 5 como mucho ya lo tendré todo preparado para irme a la casa de Marie- así se llamaba su novia.

Me giré para mirarlo, estaba concentrado en buscar leña, y su cara reflejaba seriedad pero un poco de nerviosismo.

-Se que te está costando separarte de mi, pero me alegro por ti- dije intentando quitarle esa cara de seriedad.

-Oh sí, voy a echar de menos tus ronquidos y tus gritos, pero sobretodo ver esa cara de pingajo todas las mañanas- dijo aun con su cara seria.

-Minho, te veo un poco nervioso, ¿estás bien?

-¡¿Cómo no voy a estar nervioso gilipullo?! Me voy a vivir a la casa de Marie... es algo que hace solo 3 meses nunca lo hubiera pensado. Por aquel entonces solo tenía que preocuparme de sobrevivir, del fuco Destello y de destrozar a CRUEL.

-Lo sé, han pasado muchas cosas desde entonces, pero esto que sientes ahora significa que por fin podemos descansar y dejar de pensar en esas cosas. Además, si no estás listo para vivir con Marie no pasa nada, ella lo comprenderá.

-Como se nota que aun no conoces a las chicas, y mira que has tenido a dos para ti solo. No es que no quiera vivir con Marie, es solo que me aterra la idea de que la convivencia entre los dos empeore las cosas, yo no soy muy ordenado y solo soy útil fuera de casa...

Había dejado de escuchar, Minho había mencionado a Teresa aun sin darse cuenta. El recuerdo de la primera vez que la vi chocó con el recuerdo de cuando la vi morir. Sus últimas palabras seguían grabadas en mi cabeza:

"A mí sólo... me preocupabas..."

Después de todo por lo que habíamos pasado, así tenían que acabar las cosas, así tenía que acabar nuestra amistad... ¿Sólo amistad? Nunca me había parado a pensarlo, la apreciaba mucho, era una persona muy especial para mí, mi mejor amiga, me había besado dos veces... ¿Significaba eso que no teníamos una simple amistad? Aunque ahora eso ya daba igual, Teresa había muerto, pero la duda me comía por dentro...

-... y cocinar no es que se me de muy bien tampoco, aunque...

-¿Tú qué opinabas de mi relación con Teresa?- dije cortándole.

-¿Qué? ¿Y esto ahora a qué viene?

-Es que has dicho que no comprendía a las chicas, y yo con Teresa estuve mucho tiempo, pero a pesar de todo ese tiempo... no fui capaz de comprender algunas cosas, tal vez porqué solo éramos amigos, pero cada vez que lo pienso, no se si a nuestra relación se le podía llamar "amistad".

Minho empezó a reírse. Le di un empujón un poco bruto para que parara de reir. Hablaba realmente en serio, la preguntaba no paraba de rondarme por la cabeza. Necesitaba la opinión de otra persona.

-Perdón, perdón, es que... uff-volvió a reírse- no me esperaba esa pregunta. Vale vale, no me vuelvo a reír. ¿De verdad quieres saber mi opinión?

-Pues claro.

-Vale, yo creo que lo vuestro nunca tuvo un nombre, a veces parecíais amigos, otras novios, otras amantes, otras parecías su protector, como un padre o un guardaespaldas. Después de la traición parecía tu enemiga, después una compañera cualquiera y volvisteis a la amistad. Desde mi punto de vista erais... dos personas que se protegían para sobrevivir. Pero ya sabes que nunca me fíe de ella.

-Tú sabes que nos besamos, dos veces, ¿verdad?-dije un poco avergonzado. Nunca quise contarlo a nadie, pero desde que vivíamos en el valle, el tiempo jugaba en mi contra y si quería confiar en Minho, tenía que contárselo todo.

-Sí, pero para eso solo tengo una pregunta: ¿Qué sentiste cuándo te besó?

La pregunta me pilló de sorpresa, ¿qué había sentido?

-Pues... si te soy sincero, el primer beso me supo a esperanza, pensé que algo malo le podía estar pasando y cuando la vi y me dio aquel beso deseé que nunca se acabara. Aunque luego supe que ese beso estaba planeado por CRUEL, y ella no lo tenía pensado.

-Eso si que no lo sabía, pero no me extraña, para CRUEL las variables eran muy importantes, y el principal sujeto eras tú. Normal que quisieran ponerte pruebas. Pero, ¿y el segundo beso?

-La verdad es, que con el segundo, como fue después de la traición, todo lo que me hizo pensar y sentir... aunque todo formara parte de las variables, no sentí absolutamente nada.

-Ves, ahí lo tienes, puede que al principio la quisieras mucho, pero luego no, al menos del mismo modo. Aunque yo creo que ella siempre te quiso del mismo modo, pero nunca os hubiera visto de novios. Pero no te tortures con esas cosas, Teresa ya es el pasado.

-Puede que tengas razón, debería olvidarme de esas cosas.

-Pues claro que la tengo pingajo.

Compartimos unas carcajadas hasta que volvimos a hablar.

- Mira, empecemos por aquí, podemos conseguir suficiente leña para la hoguera de hoy y si lo hacemos rápido puede que te de tiempo a saludar antes a tu "amiguita" Brenda- dijo con una risita.

-¡¿Por qué pones ese tono?!

-Que cara de pingajo se te ha quedado Tom, te has puesto rojo como un tomate. Venga, ayúdame con esto.

Decidí dejar el tema y ayudar a Minho con aquel tronco que llevaba encima. La verdad es que aunque Brenda y yo estábamos muy unidos, nunca habíamos hablado sobre nuestra relación.

En ese momento volvieron a mi las palabras más dolorosas que le había podido decir a Brenda:
No eres... ella. Nunca podrás ser ella. Que idiota me sentí después de haberlas pronunciado, ella no se merecía que le dijera esas palabras. Y todo por aun confiar en Teresa. Que equivocado estaba.

Ya está Thomas, deja de pensar en el pasado.

Me centré en mi tarea y dejé mi mente en blanco.