Capítulo 24

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Fue una noche extraña. Ningún sueño se presentó, o no conseguía recordarlo. Me sacudí un poco el pelo y me puse en pie. Lo último que recordaba era que había estado en la cabaña de Brooke la noche anterior. Y ahora, como por arte de magia, me encontraba en mi cama. El recuerdo de salir y dirigirme a mi cabaña tampoco estaba grabado en mi mente. ¿Cómo volví entonces?

-Buenos días- sonó la voz de Sophie detrás mía.

-Buenos días- le respondí.

Me tenía que hacer a la idea de vivir con una chica, pero solo había una cosa mala en todo esto: que de algún modo, ella conseguía hacerme recordar a Teresa. Ya fuera la manera de mirarme, la manera de apartarse el pelo, o su forma de caminar. Dejando atrás su parecido con el físico, ella tenía ese aura que caracterizaba a Teresa.

-¿Me ayudarás esta tarde?- preguntó de pronto ella.

-¿En qué?

-A fabricar mi cabaña, ¿lo recuerdas?

-Ah, sí. Claro, te ayudaré.

-Que bien- dijo ella con una amplia sonrisa.

Tenía pensado estar toda la mañana ayudando con lo del incendio. Cuanto antes solucionáremos las nuevas complicaciones, antes podría ir a buscar a Brenda. Y esa idea estaba grabada en mi cabeza con mucha fuerza. Pero también era cierto que para que Sophie se fuera, necesitaba fabricar una cabaña.

-Bueno, voy a ayudar a Minho con lo del incendio, volveré por la tarde y comenzaremos a recopilar el material para tu nueva casa.

-¡Muchas gracias!

Despidiéndome de ella, salí de la cabaña y fui directamente al mogollón de gente que rodeaba los cadáveres. Localicé a Minho y me reuní con él.

-Buenos días pingajo, ¿me echas de menos al despertar?

-¿Eso no tendría que decírtelo yo?

- Menudo carácter por las mañanas.

-Lo siento, después de lo de ayer... las cosas no pueden ir a peor.

-Tío, sé que estás preocupado por Brenda, pero con lo que ha pasado, necesitamos la ayuda de todos. Te prometo que la buscaremos.

-Si ya lo sé, pero... sospecho que el incendio fue intencionado.

-¿A qué te refieres?

-Creo que a alguien no le interesa que sigamos buscando a Brenda, y por eso provocó el fuego, para distraernos.

-¿Pero quién sería capaz de hacer eso?

-Todavía no lo sé, pero pienso averiguarlo.

-Cuenta conmigo. Pero ahora centrémonos. Hay que salir para buscar a los desaparecidos.

-Está bien.

Minho se colocó en el centro de la gente y pidió silencio.

-Chicos, chicas, vamos a organizarnos para buscar a los desaparecidos. ¿Recordáis los grupos de ayer? Pues igual. Pero esta vez solo buscaremos por los senderos afectados por el incendio.

Todos asentimos de acuerdo y pusimos dirección al lago. Ese lugar se iba a quedar como sitio céntrico para encontrarnos. Una vez allí, nos reagrupamos como el día anterior. Me alegré al comprobar que muchos grupos estaban completos, que las víctimas no habían sido tan numerosas. Pero aun así, eché en falta a alguien, había una persona que faltaba: Brooke.

No sé como no me había dado cuenta hasta ahora, con su esguince estaba claro que no podría venir. Y desde ayer no he ido a verla, espero que se encuentre bien.

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