Capítulo 54

99 11 4
                                    

Cuanto más me acercaba a aquella figura más familiar se me hacía. ¿Quién sería? ¿Por qué huía? Se estaba adentrando bastante en el bosque, y eso me asustaba un poco. Al menos, tenía mi lanzagranadas conmigo en caso de peligro.

Aceleré un poco más para intentar alcanzala cuanto antes. Ahora que me fijaba más cerca, pude adivinar que se trataba de una mujer. Tenía el cabello rubio claro recogido en una coleta, su piel era blanca como la leche y debía medir poco menos de metro setenta. No podía averiguar más, ya que por algún motivo, esa mujer llevaba puesta una bata blanca que le llegaba hasta los tobillos.

Entonces, los árboles desaparecieron, formando un gran círculo despejado de vegetación y con un lago en el centro. Y de golpe, ella se paró. ¿Por qué me había traído hasta aquí? Me dispuse a acercarme a ella, agarrando mi arma con firmeza. Pero ella se me adelantó y se giró antes para que yo pudiera verla. Sin duda, me quedé mudo más de dos minutos. Tuvo que ser ella quien empezara la conversación.

-Hola, Thomas.

No me salían las palabras, no sabía que decir. Ella estaba aquí, a menos de un metro de distancia. Era ella, la reconocía de aquellos folletos en la Quemadura, de la descripción que me dio Brenda, de la foto que encontré en la cueva... Ante mí, se encontraba Ava Paige.

-Thomas, no tenemos mucho tiempo, he venido a avisaros.

Entonces, se me encendió una bombilla en la cabeza y recordé lo que leí en el informe de Jade: debe informar sobre si localiza a la ex ministra Paige. Aún sigue en busca y captura, lo más probable es que intente contactar con los munes del valle. Por eso estaba aquí, delante de mí.

-Thomas, ¿me estás oyendo?

-Sí, lo siento.

-Tienes que volver cuanto antes al campo de batalla. Así que no quiero entretenerte demasiado. ¿Descubristeis al agente infiltrado de CRUEL?

-Sí, ayer- dije con ira.

-Bueno, en ese caso, no estáis tan desinformados como pensaba.

-¿Para qué has venido? ¿Qué es eso tan importante que nos tienes que contar?

-Son buenas noticias. Cada vez hay menos raros en el planeta, poco a poco, los inmunes van habitando más lugares y su población va aumentando. Eso quiere decir...

-Que el virus del Destello será exterminado para siempre- terminé la frase.

-Exactamente. Y junto con eso, a CRUEL no le quedan muchas alternativas. Es cuestión de tiempo que la organización desaparezca. Vosotros sois los únicos sujetos que habéis escapado de sus garras, así que lucharán y harán lo que sea por recuperaros.

Estaba maravillado con estos nuevos acontecimientos que estaban sucediendo ajenos a nosotros y que tanto van a cambiar nuestras vidas. No sabía si gritar de alegría o salir corriendo para decírselo a todo el mundo. Pero esto aún no había acabado.

-¿Qué pasaría si perdemos la batalla y capturan a todos los supervivientes?

Ella se lo piensa unos segundos, mira al suelo e introduce sus manos en los bolsillos laterales de la bata. Levanta la cabeza y es entonces cuando puedo apreciar su verdadera edad. Deberá de tener más de 55 seguro. La primera vez que la vi no le echaba más de 45, pero ahora podía apreciar los signos de la edad que hacían mella en ella. Esas marcas, esas arrugas en los ojos, esa mirada perdida... la delataban. Es cierto que se conserva muy bien, pero la lucha está pudiendo con ella, siempre las guerras debilitan a las personas.

-Si os atrapan, volvereis a ser sus experimentos. Lo único que quieren es salvarse, sin pensar en nada más. Una vez obtengan la cura, os matarán.

LOS MUNESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora