LOS MUNES

Capítulo 15

Al ver la cara de Brenda, el recuerdo del beso volvió a mi mente y sin darme cuenta una sonrisa tonta invadió mi cara.

-¡Brenda! Qué bien, ¿ya has acabado de ayudar a Marie?

-Sí, hemos arreglado todas las plantas del campamento. Por fin. Y tú también has acabado de recoger el agua, ¿qué estabas haciendo?

-Estaba recogiendo las cosas que Minho había dejado tiradas al irse, el muy cara fuco se ha ido dejándome a mí solo todo el trabajo.

-¿Te apetecería ir a dar un paseo por la playa conmigo?-dijo Brenda algo tímida.

-Claro que sí.

-¡Vale! Te espero aquí fuera, no tardes.

-Iré super rápido- dije cerrando la puerta.

Me hacia mucha ilusión pasear con Brenda, sería un buen momento para hablar de nosotros.

-Thomas, ya he acabado de colocar todas mis cosas, gracias otra vez por dejarme dormir aquí- me dijo Sophie.

-De nada, si tienes alguna otra duda de la cabaña pregúntame.

-Vale, oye, salgo con mis amigas a si que no vendré a cenar. Si quieres te puedo dejar algo preparado.

-No hace falta, sal sin problemas, yo tamopoco creo que cene aquí.

-Vale, adiós- dijo mientras abría la puerta.

Recogí todas las cosas y las dejé encima del sofá. Justo cuando iba a salir, Brenda abrió la puerta. Tenía una expresión como de enfado.

-Tom, dime una cosa, la chica que ha salido de tu cabaña, ¿quién era?- dijo en un tono de mosqueo.

-Es Sophie, se ha quedado sin cabaña y ha venido a preguntarme si podía dormir aquí.

-¿Cómo sabía ella que podía quedarse aquí?

-Alguien le dijo que me había quedado con una cama libre y ha venido aquí. Pero tranquila- dije viendo la expresión que ponía-, solo será un tiempo, hasta que termine de hacerse su cabaña, pero mientras tanto necesita una cama donde dormir.

-¿Le has dejado la cama de Minho?

-Sí.

-¿Por eso estabas recogiendo?

-Estaba recogiendo antes de que ella viniera, me ha pillado de sorpresa.

-Thomas, ¿cómo te sentaría que yo compartiera mi cabaña con un chico?

-Pues, no lo sé, supongo que me preocuparía un poco, tendría que conocerlo para luego decirte si me fio o no de él.

-Bueno, pues algo parecido me pasa a mí con esta situación. Una chica que acabas de conocer va a dormir en la misma cabaña que tú. Es un poco... precipitado.

-Pero Brenda, sabes que yo solo lo he hecho para ayudarla, tenemos que ayudarnos entre nosotros, sino, ¿quién lo hará?

-Sí, tienes razón... pero aun así me sigue pareciendo todo muy extraño. Tendré vigilada a esa tal Sophie

-¿Sabes una cosa?- dije con una expresión risueña.

-Qué.

-Me gusta cuando te pones celosa- dije con una sonrisa que no me cabía en la cara.

-Tonto- contestó ella empujándome un poco con una mano.

-¿Nos vamos a dar ese paseo?

-¡Claro!

Cerré la puerta y me puse al lado de Brenda mientras caminábamos hacia la playa. Cuando sentí la arena fría bajo mis pies descalzos, una corriente de sensaciones subio por mi espalda. Era un buen día para salir a la playa.