Capítulo 27

123 17 5
                                    

Después de enterrar a algunos de los fallecidos, decidimos enterrar al resto mañana. La jornada de hoy había estado bastante completa. No solo tuvimos que transportar los cuerpos de las tiendas al bosque, sino que tuvimos que cavar unos 8 agujeros para enterrarlos. Y por si no fuera poco, cada uno tenía que seguir con su tarea diaria. Saqué tiempo para acabar de recoger las hortalizas y ordenar mi cabaña. Minho pasó la mayor parte del día conmigo, aunque no hubo tiempo de hablar.

Pasada la hora de comer, tuve que ayudar, como todas las tardes, a Sophie para hacerse la cabaña. Cada vez íbamos más rápidos. Confiaba en poder acabarla esta semana. Noté algo distinta a Sophie, pero tampoco lo hablé. Parecía un poco ausente, tal vez alguno de los fallecidos era conocido suyo, pero no tenía ni idea.

Durante todo el día la gente no paraba de ir de un sitio a otro, trabajando y colaborando en todos los asuntos referidos al enterramiento. Hubo muchos voluntarios, y menos mal. Minho y yo no podíamos encargarnos de todo. Solo habían faltado 6 personas por enterrar, y con seguridad acabaríamos mañana.

Simon todavía no me había informado de nada, pero suponía que me avisaría mañana para hablar con... ¿Cómo dijo Jeremy que se llamaba? Ah, sí, con Eddie. Esperaba que tuviera la información necesaria para descubrir la causa del incendio. Y lo que era más importante para mí, si estaba relacionado con la desaparición de Brenda. Ya habían pasado 5 días desde que desapareció. Y cada uno de esos días sentía que me faltaba ella.

Desde que Brenda no está, la cosa con Vince ha estado bastante tranquila. No ha interferido en discusiones ni se ha metido en asuntos que no le incumbían. Simplemente se ha concentrado en fabricar su cabaña, y creo que ya la ha acabado. Se ha esforzado todos estos días por integrarse en el grupo. No quiero relajarme, sigo desconfiando de él, pero tengo que reconocer su esfuerzo. He querido comentarlo con Minho estos días, pero no ha surgido la ocasión.

Brooke cada vez va mejor con el pie, es probable que en un par de días ya pueda volver a caminar con normalidad. Pero a pesar de todo, se ha empeñado en ayudar. No entiendo porqué no se queda reposando, es muy cabezota en estos temas. Dice que no quiere estar parada mientras todo el mundo trabaja y sufre por las víctimas. No quiero llevarle la contraria, pero cada vez que la veo intentando caminar pienso que se va a romper otra vez el pie. Me preocupa que no se recupere del todo ahora que le queda tan poco.

Cuando el día pasó, me fui a dormir, caí rendido sin esfuerzo.

Después de una noche tranquila y reparadora, me levanté de la cama, dispuesto a seguir con mis tareas.

Minho y yo pedimos voluntarios para cavar los 6 agujeros que nos quedaban, no podíamos hacerlo los dos solos. Me alegré al ver que mucha gente se ofrecía para ayudar en estos momentos tan trágicos. Yo estaba organizando los grupos cuando un chico me llamó.

-¿Thomas?

-Sí, soy yo.

-Me envía Simon, dice que vengas.

La horrible idea de que algo malo le había pasado a Aris me invadió. O incluso a Eddie, si no se recuperaba nunca sabría que pasó aquel dia. Miré a Minho, que estaba a mi lado, me devolvió la mirada con aprobación y me fui. Seguí al chico que me había llamado hasta las tiendas. Entré preocupado y con un montón de ideas terribles en la cabeza. Tenía que dejar de pensar en negativo, había que tener esperanza. En cuanto apareció Simon me acerqué apresurado para hablar con él.

-¿Le ha pasado algo a Aris? ¿Están todos bien?

-Sí, tranquilo. Aris sigue igual, ningún signo que indique que vaya a despertar. Pero tengo una buena noticia, Eddie está lo suficientemente estable para poder hablar.

LOS MUNESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora