Brooke me invitó a pasar dentro y que me relajara. Al tener que contarlo todo otra vez me puse más nervioso y mis lágrimas empezaron a saltar, menos mal que fue la cabaña de Brooke y me dejó entrar. Me senté en una cómoda silla al lado de ella.
-Ten- dijo extendiendo un pañuelo blanco,- ¿mejor?
-No sé si esa es la palabra adecuada pero... más tranquilo, gracias- dije cogiendo el pañuelo y secando mis lágrimas.
-¿Entonces desapareció por la noche?- dijo Brooke.
-Sí... al parecer más gente escuchó unos gritos de su cabaña, pero ninguno salió para ver que pasaba, era tarde y estaba oscuro, nadie vio nada.
-Vaya... pues, ahora que lo dices... cuando volví a mi cabaña después de ir a la tuya estuve un rato despierta y aunque no escuché nada, salí un momento para tender mi ropa mojada y vi unas sombras a lo lejos adentrandose en el bosque.
-¡¿Lo dices en serio?!- dije levantándome de la silla muy exaltado.
-De verdad, si quieres te indico la dirección, aunque no pude ver bien quienes eran, pero más de uno estoy segura.
-¡Sí! Muchas gracias Brooke, en serio, esto es...- no me salían las palabras y lo único que supe hacer fue lanzarme y abrazarla.
-Oh, vaya... de nada- dijo ella pillándole de sorpresa aquel abrazo pero apoyando suavemente sus manos en mis espalda.
Me aparté de ella y le tendí la mano para levantarla.
-¿Vamos?
-Vamos- dijo agarrando mi mano y poniéndose en pie.
Salimos de su cabaña y nos dirigimos a la entrada del bosque corriendo. Habían varios caminos, pero Brooke parecía tenerlo claro.
-Por aquí- dijo indicando a su izquierda en diagonal.- Los vi alejarse en esta dirección, estoy segura.
-Está bien, voy a avisar a Minho e iremos para allá- dije alejándome
-Yo también voy con vosotros- dijo Brooke corriendo detrás mía.
-No es necesario, ya has ayudado bastante, de verdad.
-En serio, os acompaño, no vas a impedirme que vaya- dijo alcanzándome.
Asentí y seguimos en dirección a Minho. Estaba hablando con dos chicos y parecía ocupado, pero teníamos que invenstigar.
-Minho- dije apoyando mi mano en su hombro para tomar aliento,- tenemos una pista, Brooke vio a noche adentrarse en el bosque a unas personas, aunque no pudo identificarlas.
-¿En serio? Espera, ¿Brooke?- dijo señalando a la chica.
-Encantada, pero no es hora de presentaciones, vamos cuanto antes- dijo ella sorprendiéndome con la decisión que ponía en sus palabras.
-De acuerdo. Luego seguimos hablando- se dirigió Minho a esos chicos.
-Os acompañamos- dijeron los chavales.
-Cuanto más gente, más ojos para observar mejor- dijo Brooke mirándome para buscar mi aprobación.
-Cierto, vamos chicos- dije yo corriendo hacia el bosque.
Y todos me siguieron. Delante íbamos Brooke y yo para que me indicara mejor, parecía que conocía muy bien esa parte del bosque; en medio iban esos dos chavales, y el último iba Minho para asegurarse de que ninguno se perdiera. Después de unos minutos corriendo, llegamos a un sitio despejado de árboles con un lago en el centro. El agua era cristalina, era como un espejo, y no parecía que hubieran peces ahí. Habían unas rocas grandes alrededor del lago.
ESTÁS LEYENDO
LOS MUNES
Ficção Adolescente¿Quién dijo que todo había acabado? Después de sobrevivir a la cura mortal, nuestros amigos descansan en paz en "El valle", su nuevo hogar. Thomas piensa que todo lo que ha dejado atrás no puede volver. Pero todo empezará a cambiar después de la vis...