Cuando volví a LA con Jack el domingo, los dos llegamos a casa y nos fuimos a dormir ya que era tarde en la noche y a la mañana siguiente tenía que ir a trabajar.
Al menos intenté dormir, porque esa noche no pegué ojo.
Llegué a WB a las 10 en punto, me bajé del coche y fui directa a mi camerino a dejar mis cosas y corrí a maquillaje.
-Buenos días.- Me saludaron las chicas.
-Buenos días.- Dije sentándome.
-¿Mala noche?- Me preguntó Troian.
-No he pegado ojo, tengo un sueño terrible y encima me he hecho daño en el tobillo.- Dije.
-¿Te duele? A lo mejor te has hecho un esguince.- Ashley me dijo.
-Me duele un poco al andar, pero no es nada.- Dije.
-Hoy tenemos que grabar con los novios.- Shay dijo sonriendo. Estaba demasiado feliz por tener que grabar con ellos. Antes no lo solía estar.
-Chicas, ir al plató a rodar.- La voz de Mar resonó.
-Allá vamos.- Dijo Troian levantándose. Me puse el vestido y los zapatos que tenía que llevar Aria y fui allí.
Como había predicho, Shay estaba demasiado pegada a Ian. Pero eso se iba a terminar. Me acerqué a Ian y le saludé con un abrazo, empujando a Shay en el camino.
-Hola, Shmian.- Dije sonriendo. Como aún no había llegado el director podía charlar con el hasta que llegase.
-Hola, Goose.- Él me contestó dándome un beso en la mejilla. -¿Qué tal el fin de semana? Me he enterado de que has ido a Memphis.- Dijo.
-Si, me he traído de vuelta a Jack. Mi apartamento estaba demasiado silencioso para mi gusto.- Dije sonriendo.
-Jack está de vuelta, tendré que pasarme un día por tu casa a hacerle una visita.- El me dijo riendo.
-Está invitado. De hecho, podrías venir esta noche. Voy a preparar la cena.- Contesté con una gran sonrisa en la cara.
-Ian, deja de coquetear con Lucy, tienes novia.- Gritó Shay riéndose. Me puse tensa y me separé de él.
Justo en ese momento llegó el director de escena y empezamos a grabar. La tensión se notaba bastante, nos costó grabar una escena de 5 minutos casi dos horas.
Cuando terminamos de grabar escenas me fui directa a mi camerino a darme una ducha.
Estaba en medio de ella cuando escuché que llamaban a la puerta. Salí con cuidado de no caerme y abrí la puerta. Era Ian.
-¿Te he pillado en mal momento?- Me preguntó.
-No, ya estaba saliendo.- Dije.
-¿Sigue en pie lo esta noche?- Me preguntó.
-No lo se... no quiero que Sophia me odie más de lo que ya lo hace.- Dije.
-Sophia y yo nos hemos dado un tiempo, no estamos juntos.- Me contestó.
-¿Por qué?- Pregunté.
-Me enteré de lo que te dijo en la fiesta. Aún no puedo creer que ella te dijo eso, eres mi amiga.- El me dijo. Claro, su amiga que quiere ser más.
-Te veré para la cena entonces.- Dije sonriendo. El me dio un beso en la frente y se fue.
Cuando llegó la hora de la cena estaba nerviosa, había limpiado la misma mesa como 5 veces. Tenía la mesa puesta perfectamente colocada los cubiertos a 3 cm del borde de la mesa, los platos a 5 y las copas a 2 cm de la vajilla. Una botella de vino en la cubitera y yo llevaba un vestido negro de skater con mis vans de perros.
A las 10 en punto, el timbre de la puerta sonó con intensidad y Jack comenzó a ladrar.
-Vale, vale. Que me he enterado.- Le digo riéndome. Abrí la puerta y vi a Ian vestido con unos pantalones vaqueros y una camisa azul claro.
-Buenas noches.- El me dijo dándome un abrazo.
-Hola, pasa.- Dije dejándole entrar. Los dos caminamos hasta la cocina donde estaba el pollo en el horno.- Espero que te guste el pollo asado, he llegado tarde del trabajo y solo me quedaba eso, mañana tengo que ir a comprar.- Dije sonriendo.
-Me encanta el pollo asado, es mi comida favorita.- El me dijo sonriendo.
-Voy a sacarlo del horno, ¿Puedes abrir el vino?- Le pregunté.
Cuando los dos estuvimos sentados en la mesa y la comida estaba servida empezamos a hablar y mientras lo hacíamos notaba su rodilla en la mía, haciéndome cosquillas.
-¿Qué tal está Sarah?- Pregunté.
-Está bien, va a venir a pasar unos días a mi casa. Si quieres la puedo decir que te llame y podéis quedar para hablar.- El me dijo.
-Claro, me encantaría.- Dije riéndome.
La cena fue rápida. Ian se ofreció a ayudarme a fregar los platos, así que ahí estábamos mientras yo secaba el estaba fregando.
Dejé un plato en la encimera y cuando me di la vuelta para coger otro Ian empezó a salpicarme con el agua.
-Ian.- Le grité. Salí corriendo, pero como el agua había caído también al suelo me escurrí y me caí haciéndome más daño en el tobillo.
-¡Lucy!- El me dijo corriendo a mi.
-Me duele el tobillo.- Dije agarrándolo.
-Ven, vamos a sentarte en el sofá. El me cogió en brazos sin ningún esfuerzo y me llevó allí.
-¿Tienes hielo?- El me preguntó.
-En el congelador.- Le contesté intentando no llorar del dolor. Él corrió hasta allí y volvió unos segundos después con hielo envuelto en un paño de cocina.
-Déjame tu pierna.- El me dijo sentándose conmigo en el sofá.
-¿Quieres que veamos una película?- Le pregunté.
-Claro.- Él me contestó. Cogí mi ordenador portátil y me senté con cuidado de no hacerle daño a Ian con el pie. Puse netflix y empezamos a ver una película de miedo.
Supongo que en medio de la película nos quedamos los dos dormidos, porque amanecimos los dos en mi sofá arropados con una manta. Mi pierna seguía estirada encima de sus piernas pero yo tenía mi cabeza en su hombro y él me tenía agarrada de la cintura.
-Ian.- Intenté despertarlo.- Ian, despierta.- Nada.
Bajé las piernas de encima suya sin acordarme de mi tobillo y cuando me levanté grité de dolor y volví a sentarme en el sofá. Ian, quien escuchó mi grito se despertó y me vio sujetándome de nuevo el tobillo.
-Vamos, te voy a llevar al hospital. Si solo fuese una torcedura ya se te habría pasado el dolor con el hielo.- El me dijo.
Cuando salimos del hospital tuvimos que llamar a Marlene. Tenía un esguince en el tobillo y parecía grave.
-Buenos días, Mar.- Le escuché decir.- Lucy tiene un esguince en el tobillo. ¿La llevo a grabar o la dejo en casa? Vale, yo la llevo y después voy a allí. Está bien.- El dijo y terminó la llamada.
-¿Qué dice?- Le pregunté.
-Que te lleve a casa y cuide de ti.- El me contestó.
