-Me dijeron que habías venido aquí. Tenía que hablar contigo y no sabia cuando ibas a volver a Los Ángeles.- El me dijo.
-No tienes porque haber venido aquí, estoy con mi familia y creo que estás interrumpiendo.- Le dije enfadada.
-¿Qué tal si os vais a hablar, Lu?- Me preguntó Maggie.
-Yo no quiero hablar.- Dije intentando darme la vuelta, pero Ian me cogio de la muñeca y me dio la vuelta.
-Pero yo si quiero, tienes que escucharme.- El me dijo y me sacó de casa.
-¡IAN,NO TENGO PORQUÉ ESCUCHARTE. ¿ACASO SABE SHAY QUE ESTÁS AQUÍ, EN MI CASA?- Le pregunté.
-Si, ella lo sabe. Y la he dicho que no se vuelva a acercarse a mi. Ese beso no significaba nada, la intenté alejar de mi en cuanto me besó,pero era peor que una lapa.- El me dijo.
-La tenías agarrada de la cintura, Ian. Lo vi con mis propios ojos.- Legrité de nuevo.
-La intentaba apartar de mi, Lucy. Tienes que creerme.- El me contestó.
-No se si volver a creer en los hombres después de mi historial con ellos, Ian.- Le dije.
-Sabes que yo no soy como ellos.- El me respondió.
-No, no lo se.- Le dije y estuve a punto de llorar.
-Me conoces desde hace 6 años, Lucy.-
-La gente cambia, yo no soy la misma. Los años pasan y nos dejan marcas.- Le contesté ya llorando.
-Siento lo que pasó, solo quería que supieses eso.- El me dijo y empezó acaminar por la calle. Yo fui de camino a mi casa y una vez que estuve allí, mi madre y mi hermana volaron a preguntarme.
-¿Qué ha pasado?- Me preguntó mi madre.
-No tenía que haber vuelto aquí para decirme que lo sentía, va a volver a LA. O a lo mejor a Virginia.- Dije.
-Lucy, soy tu hermana y debo de decir esto. Eres una estúpida al dejar marchar a Ian, ya puedes estar yendo a por el, a buscarlo. Estoy segura de que el no te hará daño como los demás, ve a por el, Lu. No dejes que se escape.- Ella me dijo.
-Se besó con una chica a los 10 minutos de haberme besado a mi.-Respondí.
-Y estoy segura de que fue un mal entendido, ve a por el Karen Lucille.-Mi madre me dijo poniéndome mi abrigo. Entonces me dí cuenta de algo:
Ian siempre había estado a mi lado, haciéndome reír a las 4 de la mañana cuando había tenido una discusión con alguno de mis novios, me había ayudado con la mudanza y había ido a mi casa a ayudarme con la fiesta para no hacerlo yo sola.
No necesité ningún empujón más de mi madre, salí corriendo por la calle donde había dejado caminar a Ian solo. Lo busqué por todos lados, no lo encontrada y cuando pensé que la batalla ya estaba perdida, lo vi. Estaba sentado en un banco de un parque que había a media hora de mi casa.
-Lo siento, siento haberte dejado ir. Siento haberte dicho que eras como los demás chicos con los que he salido, siento haberme equivocado La verdad es que he necesitado un buen empujón para darme cuenta de que te quiero, Ian. Eres quien me ha ayudado cuando todo se estaba cayendo, el que siempre me hace reír cuando no tengo un buen día. Entendería que ahora no me perdonases después de lo que te he dicho esta noche.- Le dije por detrás de el. En cuanto me escuchó se levanto del banco y me miró.
-Hasta hace un mes, diría que eras mi mejor amiga, pero después me di cuenta de que quería que fueses más. Quería verte cada día a mi lado, y cada vez que me despertaba. Quería llevarte a citas románticas, quizá al mejor restaurante de Los Ángeles o simplemente quedarnos en casa, disfrutando de una película, como Aria y Ezra. No sabía como decirte que te quiero, pero aquí está. Te quiero.- El me contestó.
Me acerqué a el, poco a poco, escuchando como crujían los palos que pisaba, escuchando el sonido de mi respiración pesada. Una vez enfrente de el no pude pararme, tenía que besarle, besarle era todo lo que quería hacer. Y lo hice, sus manos me acariciaban de una forma cariñosa, casi como si me fuera a romper al tocarme. Las mías acariciaban su pelo, tan suave como siempre. Sus labios me hacía cosquillas, ya que no se había afeitado en 3 días, pero era sexy.
Nos separamos, nuestros ojos se encontraron y nos quedamos mirándonos.
-Tengo tanta suerte de haberte encontrado.- Le susurré y le abracé. Nos abrazamos hasta que nos dimos cuenta de que estábamos en medio de un parque y, aun que hacía frio, había niños jugando a un lado y sus padres vigilándolos.
-Mi hotel está cerca de tu casa, luego te mando la dirección y la habitación de hotel. Me ha llamado un amigo de aquí y he quedado con el antes de que vinieses.- El me dijo.
-Está bien, llámame cuando te quedes solo.- Dije dándole un beso en los labios.
Cuando llegué a casa, mi madre, Maggie y Kirb estaban esperándome en el salón.
-¿Qué tal ha ido?- Me preguntaron.
-Luego hemos quedado para hablar en su hotel, pero creo, que tengo un nuevo novio.- Dije sonriendo. Las demás gritaron y me dieron un abrazo.
-Voya subir a mi habitación, a colocar mis cosas y a darme un baño,¿Vale?- Dije sonriendo.
-Está bien, ponte guapa, para Ian.- Maggie me guiño el ojo.
