Nuestras disculpas.

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-¿Sabes que es la cosa que más me gustaría que pasara?- Brea le dijo a su padre sentándose en su regazo.

-Dime, y yo intentaré que así sea.- Dijo el sonriendo.

-Que mamá y tú os quisieseis como los papás se quieren.- Ella contestó con la sonrisa más grande que jamás había visto en su adorable cara.

-Cariño, papá y mamá nos queremos, pero ya no es de esa forma. Papá tiene a Shay.- Dije intentándole quitar esa idea de la cabeza. Por más que me gustaría ser una familia con Ian, no podía dejar de pensar en el día que se fue, el día que todo acabó.

-Pero mami, un chico de mi clase dijo que su papá quería a otra chica y que dejó a su mamá por ella. Pero luego se dio cuenta de que quería a su mamá y ahora está otra vez en su casa.- Ella nos respondió dejándonos con la boca abierta.

-Cariño, yo ahora estoy con Shay y yo la quiero mucho. No digo que no quiera a mamá, la quiero, pero como amiga. Y estoy seguro de que mamá tiene a alguien más de vuelta en casa.- Ian intentó que Brea cambiara de opinión.

-No, mamá y yo somos las únicas. He escuchado a mamá decirle a la tía Maggie que ella no volvería a salir con nadie más, porque no quería pasar por lo mismo dos veces.- Brea habló.

-Cariño...- Comencé a decir.

-No, mamá. ¿Por qué le hiciste daño a mamá?- Le preguntó a su padre.

-Cariño, no te preocupes por mamá. Estoy bien-. Dije abrazándola.

-Pero quiero saber que es lo que hizo para que llores cada noche.- Brea me miró con esos ojos azules, llenos de tristeza.

-Fue culpa de mamá, cariño. No te enfades con papá.- La intenté calmar.

-Luc...- Intentó hablar Ian.

La semana pasó rápido, Brea y yo estábamos preparando nuestras cosas para volver a casa. Ian estaba en la otra habitación preparándonos algo de comer para el viaje. No había pasado mucho durante la semana, yo solía a dar paseos para ver a viejos amigos y poder dejar a Brea a solas con su padre y eso también era una excusa para evitar conversaciones incómodas con Ian.

-Mami, ¿mañana iré al colegio?- Preguntó Brea.

-Sí, por eso salimos por la mañana, cariño. Para que puedas descansar para el cole.- Dije colocando su maleta junto a la mía.

-Voy a echar de menos a papi. ¿No es la última vez que lo vamos a ver, verdad?- Preguntó.

-No, cariño. Ya veremos cómo lo hacemos para que os veáis.- Dije besándola en la sien. Me levanté de la cama y agarré su muñeca.- ¿Juegas con ella mientras yo hablo con papá?- Pregunté.

-Vale, mami.- Me contestó.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina. Ian estaba dándome la espalda mientras metía unas botellas de agua en las bolsas.

-Hey, nuestras maletas ya están.- Dije.

-Ahora subo y las bajo para meterlas en el coche.- Me contestó dejando las bolsas en la mesa.

-Gracias por habernos dejado quedarnos aquí, sé que es incómodo tener a gente en tu casa.- Dije.

-Oye, no ha sido incómodo. Brea es mi hija y tú eres tú, no molestáis aquí.- Contestó.

-Lo siento, por todo.- Dije y noté ese incómodo y molesto dolor que tienes en los ojos cuando estás a punto de llorar.

-¿Por qué? Debería ser yo quien te debería de pedir disculpas. Fui y he sido un gilipollas contigo y no te lo mereces.- Me contestó.

-No, todo es mi culpa. No debí haber salido aquella noche, no debí de haber cometido ese error.- Dije llorando. El vino a mi lado con solo una zancada y me abrazó.

-Escúchame, saliste porque así lo quiso el destino. Pero una cosa te digo, debí haber confiado en ti. Ahora si me disculpas, necesito hacer algo.- Me dijo. Me agarró la cara con sus manos y aplastó sus labios contra los míos. Agarré su cuello con mis propias manos, no quería que se alejara nunca. Le echaba tanto de menos.

-Mami, papi.- Escuchamos la voz de Brea por las escaleras. Ian y yo nos separamos rápidamente y nos alejamos.

-Es hora de que volvamos.- Dije sonriendo.

Cuando llegamos al aeropuerto, Ian nos ayudó con nuestras cosas hasta que llegamos a las puertas por las que teníamos que embarcar.

-Tened mucho cuidado.- Él dijo dándonos un beso en la cabeza a las dos. Cuando vio que Brea no nos veía me besó en los labios de nuevo.- No veremos pronto, déjame arreglar algunas cosas e iré a visitaros.- Me susurró y yo asentí.

Llegamos a Memphis unas horas después, mi madre nos esperaba allí cuando salimos por las puertas y ella nos abrazó.

-¿Qué tal vuestro vuelo?- Preguntó.

-Muy bien, abuela. Papá nos llevó al aeropuerto y tengo un secreto nuevo que contarte.- Ella gritó en éxtasis.

-¿A mí no?- Pregunté con un puchero.

-Es una cosa sobre papá, mamá. No puedo contártelo.- Ella me sonrió.

-Está bien...- Fingí tristeza.

Cuando llegamos a casa, dejé las maletas y me senté en el sofá. Mañana desharía las maletas, en este momento estaba demasiado cansada.

-Mami, estoy cansada.- Dijo Brea saliendo de su habitación donde había entrado a jugar un rato. Miré la hora y ya eran las 7.

-Vaya, me he quedado dormida.- Dije levantándome del sofá.- ¿Qué quieres para cenar?- Pregunté.

-Me apetece... Pollo, pollo del que a mí me gusta.- Ella dijo con una gran sonrisa.

-Pollo será.- Dije entrando en la cocina.

Se han besado :):)

AN/ He escrito una nueva historia en mi cuenta eleniushAler, leerla y comentar. Es en español también, espero que os guste. Un beso :)

Never Give UP (Lucian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora