Aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero que os guste :) Comentad y votad un beso. Oh, se me olvidaba puede que haya un segundo bebé en el horno, solo tenéis que poner sí o no ;)
Todo el cast de PLL estaba allí, los cámaras, los escritores, los directores, todos. Abracé a Ian y el me abrazó de vuelta.
-Sabía que te gustaría verlos.- Me dijo y yo solo asentí.
-Muchas gracias.- Dije. Miré hacia Brea y me agaché.
-Cariño, ellos son mis amigos. ¿Vas y los dices hola?- Pregunté y ella asintió.
-Hola, soy Aria Brea Harding.- Ella dijo sonriendo.
-Que nombre más bonito tienes.- Dijo Marlene poniéndose a su altura.- ¿Sabes por qué te llamar Aria?- Ella le preguntó.
-Supongo porque a mamá le gustó el nombre.- Ella se rio.
-Puede ser, pero fue más bien porque mamá trabajaba dando vida a Aria Montgomery.- Dijo Marlene.
-Bree, ¿por qué no abres tu mochila y le enseñas a Marlene tu peluche favorito?- La pregunté ella asintió y sacó a Pigtunia de la mochila.
-Mi mamá me lo dio cuando era pequeña, ella me dijo que se llamaba Pigtunia y siempre duermo con ella.- Dijo ella sonriendo y abrazó a Pigtunia.
Estuvimos todos juntos hasta casi media noche. Todos estaban enamorados de Brea, pero cuando ella se quedó dormida decidimos volver a casa.
-Me duelen los pies.- Me reí dejando los zapatos al lado de la puerta.
-Y lo veo normal.- Me susurró Ian dándome un beso en los labios con cuidado de no despertar a Brea que dormía en sus brazos.
-Vamos a llevarla a la cama.- Susurré seductoramente. La habitación de Brea llegaría mañana así que mientras ella se iba a quedar en la habitación de invitados mientras. Y esa habitación, estaba un poco separada de la nuestra.
-Buenas noches, mi amor.- Dijo Ian dándola un beso en la frente y poniendo a Pigtunia entre sus brazos y el peluche de Chloe, que se llamaba Boo a su lado.
Cuando estuvimos en su habitación, con la puerta cerrada Ian me quitó rápidamente mi vestido y lo tiró a alguna parte de la habitación. Yo hice lo mismo con su camisa y rápidamente desabroché sus pantalones y con ayuda de mis pies los bajé hasta que quedaron en sus tobillos. El los pateó y se puso de nuevo encima de mí.
Sus manos se dirigieron al broche de mi sujetador y yo me levanté un poco para que pudiera desabrocharlo.
-Sigues siendo tan bonita como siempre.- Dijo dándome besos por mi cuerpo expuesto. No le pude responder porque sus manos bajaron hacía donde mis piernas se encontraban y no se me olvidó lo que iba a decir.
-Dios, Ian.- Gemí y metí mi cabeza en el hueco de su cuello, no quería despertar a Brea.- No pares.- Le supliqué. Metió sus dedos de repente y volví a gritar.
-Sé que eres una gritona, pero es mejor que bajes el volumen de tu voz.- El me susurró.
-No pares, por favor.- Asentí y el siguió. Moví mis manos y pude agarrar su pene a través de su bóxer. Se agachó y me dio un beso en los labios para después sacar sus dedos de dentro de mí. Me quitó las bragas y abrió las piernas para meterse entre ellas. Volvió a los besos por el cuerpo hasta que llegó a la parte de mi vagina. Con ayuda de sus dedos abrió los labios y acercó su boca a ella. Empezó a lamer y yo no pude evitar que los gemidos salieran de mi boca.
-Ian, te necesito dentro de mí.- Lloré. El separó su boca, se quitó el bóxer e hizo que levantase las piernas y las puso sobre su hombro. Entró lentamente en mí, quería que le sintiera por completo. Ambos gemimos y nos acostumbramos el uno al otro antes de comenzar a movernos.