-Vamos, vamos a irnos.- Dijo Claire ayudándome con todo.
Brea y yo nos íbamos a quedar en casa Claire y después de la boda nos quedaríamos una noche en un hotel ya que ellos iban a viajar esa misma noche.
-¿Estás feliz de volver?- Me preguntó Claire, yo la miré y me encogí de hombros.
-No sé lo que siento ahora mismo, me da miedo salir a la calle por... eso que ya sabes.- Dije no queriendo nombrar a Ian delante de Brea, ella sabía que era su padre y sabía que él la quería mucho pero aún me incomodaba el tema.
-Está bien, es algo normal.- Claire me dijo dándome la mano.
Cuando llegamos a su casa, Claire nos enseñó nuestra habitación y Brea y yo colgamos nuestros vestidos para la boda en el armario para que no se arrugasen mucho.
-¿Podemos ir al parque, mami?- Brea me preguntó poniendo un puchero.
-Acabamos de llegar, cariño. ¿No estás cansada?- Pregunté cogiéndola en brazos.
-No, mami. No estoy cansada. ¿Por fi?- Preguntó.
-Está bien, pero no por mucho tiempo. Mamá sí que está cansada.- Suspiré. Lo único que quería hacer era quedarme en la cama, con mi niña y ver películas Disney hasta hartarnos.
-Bien.- Ella saltó.
Nos pusimos nuestras chaquetas de punto y salimos a decir adiós a Kurt y a Claire.
-Vamos al parque, os dejamos un tiempo solos.- Dije sonriendo.
-¿Estás segura?- Me preguntó Claire.
-Bree quiere ir al parque.- Susurré encogiendo los hombros.
-Ten cuidado, ¿vale?- Ella me dijo dándome un abrazo.
-Vosotros también.- Sonreí.
Brea y yo nos acercamos a un parque cercano que había bajando la calle de la casa de Claire. En el momento en que llegamos, Brea salió corriendo derecha al parque y yo fui detrás de ella para no perderla de vista. Se subió a uno de los toboganes pequeños y me gritó para que la viese tirarse en ellos. Cuando mi niña era feliz yo era feliz, por más duro que hubiese sido mi día, siempre que llegaba a Brea el recuerdo de mi mal día se esfumaba.
-Mami, ¿me haces una foto y se la enviamos a la abuela?- Me preguntó mientras se subía a un sube y baja.
-Claro, déjame sacar mi móvil.- Dije y fue entonces cuando lo vi. Había fotos mías y de Brea por todas las redes sociales y todo el mundo me preguntaba quién era ella. Miré a mí alrededor y vi varias cámaras.
-Bree, es hora de marcharse.- Dije cogiendo su mano.
-¿Por qué, mami? Acabamos de llegar.- Ella me dijo. Las fotos ya estaban hechas, la gente ya sabía que estaba aquí.
-Está bien, pero solo un rato más.- Susurré abrochándole la chaqueta un poco más. Algo tuve de suerte ese día ya que al menos no se me acercó nadie a preguntarme, solo se quedaron haciéndonos fotos a lo lejos y menos mal que Brea no se había dado cuenta.
Al día siguiente, Claire estaba muy nerviosa, era la cena de antes de la boda y por más que Annie, su madre, Brea y yo la intentamos calmar no lo conseguimos hasta que llegó Kurt y se la llevó a la cocina para hablar con ella y convencerla de que todo iba a ir bien.
-Mami, ¿tú también tuviste este día?- Brea me preguntó.
-No, yo nunca me he casado. Cuando dos personas se casan es porque se quieren mucho, mucho.- Respondí.
