JK

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No hablé con Ian en una semana al menos. Esa semana no quise ver a nadie ni hablar con nadie, tampoco me había metido en las redes sociales y casi no había salido de casa. Mi madre me llamaba casi todos los días, era con la única persona que hablaba y era la única persona que sabía lo que había pasado con Ian. Ella pensaba que Annie estaba conmigo en casa para echarme una mano. La había mentido porque sabía que si lo supiese vendría a ayudarme y yo necesitaba un tiempo para pensar.

Una mañana, mientras estaba por levantarme de la cama noté un dolor muy fuerte en la espalda. Justo donde la herida. Me levanté con cuidado de la cama y me fui al baño a mirarme en el espejo. Me giré y vi un buen cardenal morado en mi espalda rodeando la herida que aún no había terminado de cicatrizar y ahora estaba un poco roja. Tenía que ir al hospital a que me lo mirasen, pero no podía conducir. Iba a llamar a Annie pero me di cuenta que estaba con su novio ya que hoy hacía un año que estaban juntos, Claire estaría trabajando y no podía molestar ni a Ian ni a las chicas porque no estarían aquí ya que estaban de descanso. Pero necesitaba ir al médico o podría ser peor. Saqué mi teléfono y llamé a Ian.

-Lo siento, no puedo coger el teléfono en este momento. Deje un mensaje.- Sonó su contestador. Le di al botón de colgar y decidí mandarle un mensaje.

Ian, sé que aún estas enfadado conmigo, pero no sé qué pasa, me duele mucho la espalda y tengo un moratón. No puedo ir sola al médico y no tengo a nadie que me lleve. Entiendo que no quieras llevarme al médico.- Lucy.

Ian POV

Esta semana que llevaba sin hablar sin Lucy había sido una de las más difíciles de toda mi vida, tenía tantas ganas de correr a su casa y darle un abrazo y pedirle perdón, pero tenía miedo de que ella ya no quisiera acercarse a mí. Lo entendería, después de como la grité...

Estaba en la ducha cuando escuché mi teléfono sonar y no me dio tiempo a contestar cuando llegué. Miré y vi que había sido Lucy. Iba a llamarla cuando me saltó un mensaje.

Ian, sé que aún estas enfadado conmigo, pero no sé qué pasa, me duele mucho la espalda y tengo un moratón. No puedo ir sola al médico y no tengo a nadie que me lleve. Entiendo que no quieras llevarme al médico.- Lucy.

Me vestí corriendo y conduje lo más rápido que pude a su casa. Aún tenía la llave de su apartamento, cuando entré en el todo estaba apagado y solo podía escuchar llantos en su habitación. Entré corriendo en ella y la vi tumbada boca abajo sin camiseta, solo con un sujetador. Vi la herida rodeada del moratón y había sangre en ella.

-Lucy.- Grité.

-Me duele mucho.- Ella dijo llorando.

-Vamos, vamos ahora mismo al médico.- Dije ayudándola a sentarse con cuidado de no hacerla más daño. La puse una camiseta y la parte de atrás la enrollé para que no la rozara en la herida.

Cuando llegamos al hospital corrí dentro y una doctora la vio y vino corriendo.

-¿Qué ha pasado?- Me preguntó. La enseñé la herida y ella llamó a un médico y la miraron la espalda.

-Parece que se ha infectado.- Dijo.- ¿Se lo ha estado lavando?- Le preguntaron a Lucy.

-Sí, pero me costaba mucho porque no llegaba bien y no tenía a nadie que me ayudase.- Ella contestó escondiendo su cara en mi cuello.

-¿Qué? ¿Y Annie? Se suponía que ella se quedaba allí para ayudarte en eso.- Le pregunté.

-Annie nunca ha estado, necesitaba tiempo para pensar.- Dije.

-¿Por qué no me has llamado?- Pregunté.

-Estabas enfadado conmigo.- Ella me contestó.

-Pensé que eras tú la que estaba enfadada conmigo por gritarte.- Le dije.

Never Give UP (Lucian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora