Capítulo 28. Misión Paquidermo.

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...Se acerca el final, se acerca el final y mucha gente me va odiar tralalalalala... Chicos aquí tenéis el capítulo 28, espero que sea de vuestro agrado, ya queda poquísimo para el desenlace de esta historia y bueno eso es todo, que no es bueno hacer spoiler ¿No?

Besos.

Adieu;)

Capítulo 28

Misión Paquidermo

Teníamos suerte de que Robert nos hubiese dejado el coche, las patrullas que nos habíamos encontrado hasta la fecha nos dejaban pasar porque conocían el coche y tener los cristales tintados era toda una ventaja, tome aire y dije:

—Chicos tomad el manuscrito e iros —dije de forma tajante.

Jasper fue la primera en responder:

— ¿Estás loca? ¿Cómo te vamos a dejar aquí?

—Sencillo habéis venido por el manuscrito ya lo tenéis y os podéis marchar, esa solo era mi misión secundaria.

—Te faltan neuronas ¿lo sabías? —dijo Cage de brazos cruzados.

Eudan quien había estado callado con la vista al frente dijo:

—Ellos llevan razón princesa, somos un equipo. Los compañeros existen para darse la espalda y confiar que nunca sean apuñalados, este es ese equipo y ahora vamos a una misión.

— ¡Exacto! —Exclamo Jasper—. Estamos en la misión... ¡En la Misión Paquidermo!

Los tres volteamos al mismo tiempo para mirar a Jasper buscando una respuesta pero Cage se adelantó.

— ¿Misión Paquidermo? ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver un elefante en todo esto?

—No lo sé. Es solo que estaba pensando en lo monos que son.

—A veces eres imposible.

— ¡Y tú un maldito nerd!

Eudan gruñó desde el volante y los manó callar, en verdad este es un grupo extraño, pero son mi grupo y ya han decidido no rendirse ante nada, son buenos amigos, mis amigos.

Clavé la vista al frente y tragué saliva, aquí en Azul todos los edificios del centro solían ser grises plateados, todos menos uno conocido como el edificio azul, la sede principal de Azul donde se concentraba casi toda la actividad: reuniones, prisiones, la Academia de acceso a As, museo... Era el edifico más alto de la ciudad y en lo alto de la fachada con una estructura de metal se encontraba el escudo de armas de los Ases, una espada entrecruzada con otras. Eudan al captar mi mirada de que aquel era el edifico sonrió.

— ¿Listos para cometer locuras?

—Siempre —dijimos todos a la vez.

...

Eudan aparcó a una manzana de distancia y ya nos pusimos nerviosos, en la puerta había demasiados Ases armados casi nadie pasaba, malo. Tampoco era en plan de entrar y arrasar con todo, había que ser discretos.

—Podemos llegar por el alcantarillado —sugirió Cage, le prestamos atención—. Mirad aquí debajo hay una entrada hacia las alcantarillas y si no me equivoco en el edificio tiene que haber baños ¿no? —asentí—, y supongo que un conducto para toda la basura, pensándolo es la mejor baza para entrar.

—Me parece bien ¿Y a vosotras?

Di mi aprobación y Jasper a regañadientes también la dio. Cage se puso de nuevo manos a la obra y le costó varios minutos abrir el conducto, era pequeño y rectangular, si a mí me costaba no quería ni imaginar a Eudan; él fue el último en bajar y se escuchó el chapoteo de sus pies al caer en la corriente de agua sucia.

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