Capítulo 15. El Don II.

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Capítulo 15

El Don II

En toda la noche no he pegado ojo, ni una sola cerrada de parpados, hacía rato que Eudan se había marchado junto con una gran sonrisa en su rostro. Sabía que Eudan había marchado de la clínica feliz por dejarme con la boca abierta. Era normal, nunca había visto algo igual, pero pensándolo no era la primera vez que me habían mencionado algo parecido. Dante lo mencionó cuando quiso hablar conmigo, él dijo que tenía el Don del Viento Azul, aunque en ese momento no lo comprendí creo que ahora sí. Todas aquellas ráfagas de viento que habían surgido de la nada a mi favor, esos momentos que creí que era pura suerte ahora sé que lo estaba controlando yo.

En Azul, la tercera Región de las Espadas nunca nos hablaban de los Dones o de los diferentes Clanes. Aunque Eudan me lo ha aclarado un poco, él posee un Don y al parecer se ve contento de que yo también lo tengo, verlo contento es extraño.

Una vez más veo el dorso de mis manos, las mariposas brillan con la luz tenue de la clínica, no las veo aunque noto las enormes bolsas grises bajo mis ojos.

Apoyo la cabeza contra la almohada y me quedo mirando el techo esperando que vengan a recogerme, siento un hormigueo en los dedos de los pies a causa de los nervios, es así, me encuentro nerviosa por encontrarme de nuevo con Eudan.

Quiero saber a cerca de los Dones y a lo mismo la razón por la que los Espadas nos han ocultado estos poderes o a lo general la magia.

...

Jasper me ayudo a sentarme en mi catre, ya nos encontrábamos de nuevo en nuestro cuatro, ella radiaba felicidad, estaba más que contenta. Al parecer no soy la única que se alegra de estar de nuevo en este cuarto.

Ella se dejó caer en su catre y me miró con una sonrisa algo tristona, creo que sé la razón, posiblemente ella ya sabe que me van a suprimir del programa de los Nova.

— ¿Cómo te encuentras? —me pregunta.

Formo una mueca con mis labios y hago un intento de sacudida de hombros.

—Podría estar mejor.

—Bueno eso es verdad —formula una diminuta sonrisa con los labios, entonces clava sus ojos en los míos—, oye quería comentarte algo...

Asentí con la cabeza y note como ella se puso incómoda.

—Verás Lanny ya nos lo ha comentado, con tu brazo de esta manera se creé que no puedas...

—Seguir siendo una Nova ¿verdad? —finalicé yo por ella.

Jasper bajó la mirada y se sentó a mi lado, con cuidado de no zarandearme acarició mis hombros.

— ¿Cómo lo has sabido? —quiso saber Jasper.

—Eudan estuvo ayer en la enfermería y me lo dijo, dice que puede ayudarme.

— ¿Qué? ¿Lily? ¿Eudan estuvo ayer contigo? ¿Te dijo que puede ayudarte? Sabes que es casi imposible que todo pueda ser como antes y te estás fiando del tipo que te ha dejado en esta condición —me recriminó Jasper.

Negué con la cabeza.

—Él no me hizo esto —dije desviando mi mirada al brazo—, tenía una herida de bala antes de llegar aquí, que al parecer no le di ninguna importancia y poco a poco fue destrozándome el brazo, Eudan lo único que hizo fue finalizarla del todo, aunque en parte me ayudo porque si la bala hubiese seguido así posiblemente ya no tendría brazo.

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