Por poco.
A nada estaba Gaelle de ser tragada por el mar. Pero claro, tenía que estar Kyle. El apuesto, fuerte, firme y sucio Kyle que, prácticamente, tuvo que enterrarle las yemas de los dedos en las piernas de Gaelle para que no cayera. Le metió un buen pellizco e hizo que el cuello y las mangas de la bata se le enterraran en la piel, pero la regresó a cubierta.
–¡Oye, suicida!
Mas a Gaelle no le pareció gracioso. Todavía podía sentir el vértigo y éste no hizo más que aumentar cuando miró que una ola se alzaba por el horizonte; detrás de ella venían espesas nubes que proclamaban problemas y juraban ser peligrosas.
Casi no esuchó a Kyle cuando le decía que no se quedara ahí parada, que buscara un lugar seguro.
Ja. "Un lugar seguro".
Sí, ¿cómo no?
Entonces algo muy frío acarició con salvajismo los descalsos pies de ambos, pero fue ella quien dió el respingo por el helado lenguetazo del agua.
–Múevete. –Sentenció él, sujetándola por el antebrazo y llevándola a quién sabe donde.
Russ no tardó en aparecer; estaba gritando órdenes y recorriendo de un lado a otro la embarcación. Aun con el frío el sujeto estaba sudando y sólo vestía una blusa interior que había pasado muchas veces por la lavadora.
–¡Billy, encuentra a Dante y abran el búnker! ¡Frank, mete provisiones en cuanto el maldito búnker esté abierto! ¡Kyle, lleva a...! –Su voz la ahogó el potente trueno de un rayo que no cayó a más de dos kilometros de donde se encontraban.
–¡¿Qué?!
–¡Llévatela a la...!
Una vez más fue interrumpido, pero esta vez fueron exclamaciones y gritos de todos los ahí presentes cuando el barco se meció más de lo permitido, haciendo que muchas personas cayeran al suelo y se deslizaran por él. Un par incluso cayó a mar abierto.
Gaelle fue de las personas que no puedo mantenerse, pero cuando Kyle estaba reparando en ello, ella ya estaba irguiéndose o haciendo un intento. Kyle fue hasta donde estaba ella y la tomó por el camisón para luego apresurarla escaleras abajo, en busca de un lugar seguro.
Él se giró para comprobar que la voz estrepitosa era de Russ, quien tenía el rostro enrojecido por el esfuerzo (o coraje) que hacía al sacar a sus dos hombres que habían caído.
«A salvo, Eden. Ponla a salvo.»
No fue sino hasta que Gaelle resbaló cuando él se dio cuenta de que la estaba arrastrando, prácticamente.
–Disculpa.
Le ayudó a recomponerse y la guió con más cuidado.
Cuando Kyle empezaba a preguntarse a dónde rayos se dirigía, tuvo la suerte de encontrarse con un tripulante que le dio instrucciones para llegar al búnker. Les dijo que se resguardaran y que mantuvieran la calma... Ya sabes, la clase de cosas que le dices a las personas para tranquilizarlas porque algo muy malo está ocurriendo y quieres convencerlas de que no es así.
–... Hemos tenido peores.
«Imbécil», le dijo Kyle mentalmente. Fingió no darse cuenta de que el barco se mecía cada vez más y más fuerte; en cambió atinó a respirar y guiar a Gaelle hasta donde le habían dicho, no sin antes tomar unas toallas y otro par de cosas que pensó que le podrían servir.
Se dio cuenta de cuando habían llegado a su destino porque la puertezuela era de acero, estaba en el suelo y Billy estaba arrojando muchas cosas dentro muy rápido.
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Forgive-him-not
RandomEra increíble el vértigo que se sentía cada vez que surcabas los cielos. Como si fueras inmortal. La sensación de que no importaba cuán alto volaras porque ahí abajo habría alguien que te atraparía. Pero todo lo que sube tiene que bajar, y es ahí...