Capítulo siete

405 34 13
                                    

Era la verdad más asquerosamente cierta. Seis años atrás, cuando aún eran estudiantes, Kyle no contaba con los recursos suficientes como para comprar a Gaelle un verdadero anillo de compromiso montado con diamantes o cualquier gema que las mujeres desearan tener en su anillo; en cambio era tanto su amor que un día, cuando ambos estaban paseando y venían de un lago a donde solían ir a jugar entre ellos, Kyle vio una de esas máquinas que contienen esferas y dentro de esas esferas hay sorpresas. En ese momento, a él se le ocurrió la cosa más inesperadamente loca y hermosa que pudo haber hecho. Para su buena suerte, la esfera contenía los dos anillos de juguete.

Aunque los anillos no fueran de miles de dólares como lo suelen ser, para ambos esos anillos tenían un gran significado. Desde aquel nueve de septiembre, ellos habían quedado comprometidos.

¿Cómo podía olvidar aquel día? Cuando Kyle inesperadamente la jaló hacia un costado de las tiendas. Después, sin que ella viera lo que él llevaba en mano la retiró de donde estaba toda la gente y trotaron hasta el centro de una calle, donde ella apoyó su peso en su pierna derecha mientras veía como Kyle luchaba contra una pelota de plástico que no quería abrirse. Ella soltaba una que otra risita. Cuando él por fin abrió la esfera, se percató de que dentro de ella había un par de anillos de juguete.

--Gaelle, ¿tú sabías que yo te... quiero? --La pregunta la tomó un poco por sorpresa, pero pasados tres segundos le respondió:

--Claro, Kyle. Tú también sabes que yo a ti te quiero...

--No has entendido. --Se frotó en puentecillo de la nariz, mientras pensaba muy bien lo que diría a continuación--. Gaelle, yo no sólo te quiero ahora. --Ella frunció el ceño, confundida--. Es decir..., yo quiero que estés en mi futuro. No tienes idea de lo mucho que lamento preguntarte esto porque sé que estoy siendo egoísta, que sólo estoy pensando en lo que yo quiero y no en lo que es mejor para ti, pero en verdad quiero que respondas --Inhaló una gran bocanada de aire y recargó su cabeza en sus manos entrelazadas detrás de su nuca, que hacía que él estuviera viendo hacia el cielo--. Gaelle Lauren Paige, yo te quiero ahora y quiero que estés en mi futuro. --Hizo una pausa en la que sacó uno de los anillos y tendió su mano izquierda para tomar la de ella y acercarla a él--, así que... quiero que te cases conmigo.

Ella estaba en shock.

¿Era broma, acaso? ¿En verdad acababa de pedirle matrimonio?

No podía pestañear, incluso había detenido su respiración. No despegaba su vista de Kyle sosteniendo sus manos entrelazadas con las de él, esperando a que ella respondiera para colocar o no el anillo en su dedo.

--Oh, Kyle... --Sus ojos se cristalizaron en un santiamén-- ¿Juras que esto es verdadero?

--Así como puedo jurarte que te amo y que probablemente nuestro futuro juntos esté lleno de problemas..., sí. --Gaelle mordía su labio a tal grado que este comenzaba a tornarse morado, pero después de notar el dolor, lo liberó y asintió aún sin creerlo. Kyle soltó una de las manos de Gaelle para sostener la otra y colocar el anillo de plástico en su dedo anular. La mano que no ocupaba, Gaelle la usó para cubrir su boca.

Ahora, ella tomó el otro anillo y le dijo:

--¿Y tú, Kyle? ¿Quiéres casarte conmigo, estar conmigo para toda la vida hasta que estemos tan arrugados como unas pasitas y aun así quedarte conmigo... --Ella tenía más palabras por decir, pero él no se aguantó más y la estrecho fuertemente contra sus brazos, mientras la elevaba en el aire y poseía su boca. Tan pronto ella tocó el suelo, colocó el anillo en la mano de Kyle. A ella el anillo le quedaba perfecto, pero Kyle sentía su dedo asfixiarse puesto que no era precisamente de su medida.

Forgive-him-notDonde viven las historias. Descúbrelo ahora