Vi cómo se asustó del monstruo, cómo perdía el brillo que tanto me gustaba en sus ojos.
Aún así se despidió de mi cómo siempre lo hacía.
-Nos vemos campeón.
Antes de doblar la esquina volvió a mirarme, sonrió y me miró de la forma más sincera y hermosa.
Desde ese entonces me pregunto,¿que hice mal?¿fue mi culpa?¿la bestia que descubrió le aterrorizo?
Le estuve esperando el domingo siguiente, y el siguiente, y el siguiente.
No volvió.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar