Esa noche no dormí, los brazos de Morfeo también estaban enfadados conmigo.
Sentía que me habías traicionado al llevarme a ese lugar.
Lo que no sabía era que tú necesitabas rellenar ciertos papeles y reconvencer a tus padres, por lo que esperaste un par de días.
Pensaba que me dejarías en aquella jaula.
Que no volverías.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar