No me fallaste, ni un solo día.
Me ilusionaba.
Tenía miedo de que hicieses como Jack.
Me moría de miedo el pensar que podía perderte.
Pero tu sonrisa iluminaba mis días más tristes, en los que el cielo me decía que buscara un refugio, el cual no tenía.
Entonces llegabas como la heroína que eres con tu paraguas de flores, siendo mi refugio, mi sol.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar