Pasaron dos días, y las calles quedaron cubiertas por la nieve.
Yo pensaba que era inmune al frío sólo por que tú siempre me diste un techo calentito en el que refugiarme.
Fui un tonto al pensar que estaría bajo tu protección todo el tiempo.
En casa no nevaba ya que se encontraba cerca de la costa.
Recordé el día en que me dijiste que querías ver nevar.
Yo lo estoy observando y cada copo que cae me hace pensar en ti.
Amor,¿tú me extrañas?
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar