Volviste.
Al día siguiente, a la misma hora de siempre.
Me explicaste lo bien que te lo habías pasado dirigiendo a los más pequeños.
También te disculpaste por no verme el día anterior, estabas cansada del largo viaje.
Me odié a mi mismo por pensar que me abandonarías.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar