Tu padre, Jose, era el tipo de persona que se hacía el fuerte frente a todos.
Os decia a tu hermano y a ti que si no me cuidabais bien, él mismo me echaría a patadas.
Lo que nunca sabíais era que, al llegar del trabajo, mientras dormíais, se sentaba en su sillón.
Y me llamaba.
Mientras mirábamos la chimenea me pedía que cuidara de vosotros cuando él no estaba.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar