Aún recuerdo el viaje, fue largo y pesado, casi cómo ir cinco veces a la playa y volver sin pausa.
No nos empezamos a divertir hasta que bajaste la ventanilla y sacaste el brazo izquierdo, parecias volar.
Quise imitarte sacando la cabeza, descubrí mi nuevo pasatiempo.
Amor, gracias por enseñarme tantas cosas.
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Un trozo de tu felicidad
NouvellesA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar