Amor, viniste a por mí.
Como siempre haces.
Digiste a tu família que me quería y te encargarías de todo lo que necesitase.
Que ya era oficialmente un Ballester Sánchez más.
Tu hermano también estaba, tenía un rasguño en la mano izquierda por mi culpa, pero me aceptaba.
Me perdonó.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar