Me confesaste que Iván tenía novia, la cual no era más que una torpe.
No entendías porqué no podía fijarse en ti de esa forma, eras perfecta, pretendías serlo.
Estuviste toda tu vida a su lado, intentando mejorar de forma concienzuda por él.
Eras tan maniática que peinabas un moño despeinado para que estuvieran fuera de su sitio los pelos exactos y en una determinada posición.
Nada en ti tenía un solo error, ni siquiera el número de pecas en tu cara.
Amor, espero que algún día alguien consiga demostrarte que eres hermosa en todos los sentidos, incluso cuando despiertas con ojeras más grandes que tus mofletes y con las trenzas enredadas.
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Un trozo de tu felicidad
Short StoryA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar