Pasó justo una semana y no estabas a mi lado.
Estaba desesperado y te busqué.
No encontré tu casa, pero sí el coche de tu padre, me asomé a la ventanilla esperando verte.
Lo único que conseguí fue que un vecino me gritara.
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Un trozo de tu felicidad
NouvellesA pesar de no ser más que una fiera, me diste la oportunidad de cambiar