13.Esmeralda

59 18 1
                                    

Al día siguiente te vi pasear por la calle, pero para mi sorpresa no buscabas a Iván, me buscabas a mí.

Llegaste sonriente con tu uniforme escolar y con dos brillantes esmeraldas por ojos.

Te sentaste a mi lado, a pesar de manchar tu falda nueva y volviste a acariciarme sin pensar en las pulgas o la suciedad que llevaba encima.

Juro que ese simple gesto me hizo el perro más feliz del universo.

Un trozo de tu felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora