CAPITULO 15

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PRIMERA PARTE

Elena llegó al castillo, buscó a Andrew pero parecía no haber llegado o quizás al final decidió no ir. Suspiró algo decepcionada, se dirigió al trono de piedra dejando su cabeza recostada en el brazo derecho, miró hacia el cielo pensando en todo lo que Jürgen le acababa de revelar, no creía poder resistir por mucho tiempo, en ocasiones sentía que se desmoronaba y toda la presión acumulada le estaba produciendo continuas migrañas.

-Hola. _Escuchó aquella voz que la sacó de su meditación.

Se enderezó para encontrarse con aquellos ojos celestes que la miraban en forma penetrante tanto que la sonrojó y sintió un nudo en el estómago.

-Creí que no vendrías.

-Tuve un atraso pero ya estoy aquí.

Andrew llevaba puestos unos jeans negros y una sudadera gris, él a diferencia de ella vestía ligero y no parecía sentir el frío que a ella le calaba hasta los huesos.

-¿En qué pensabas? _-Inquirió él.

-No tienes ni idea. _Elena deja escapar un suspiro.

Andrew sonrió y la miró como si supiera una verdad que para ella era ajena, diciéndole en sus facciones "Se más de lo que piensas".

-¿Quieres dar un paseo?

-Claro. _Contestó ella uniéndosele.

Caminaron rodeando las ruinas hasta llegar a donde alguna vez fue una fuente, una banca de mármol les sirvió de asiento.

-Alguna vez este lugar fue hermoso. _Señaló él como recordando antaño.

-¿Cómo lo sabes? A menos que tengas cientos de años no puedes tener idea de cómo lucía el castillo.

Andrew volvió a sonreír dándole nuevamente la impresión que sabía de lo que hablaba, por lo que contestó: _Te podrías sorprender.

Ante la mirada de desconcierto de Elena se apresuró a decir: _Mis antepasados habitaron alguna vez aquí.

Elena abrió sus ojos como platos y no pudo evitar abrir la boca también ante su sorpresa.

-Eres descendiente de los Jacobs.

-Sí, Andrew Jacobs, a sus órdenes.

-¡Oh por Dios! _Exclamó, se irguió de un salto, moviéndose de un lado a otro.

-¿Qué tienes? _Inquirió el joven al ver la expresión de Elena.

-¿Tú sabes lo que pasó en este lugar?

-Te refieres a la leyenda que guarda el castillo.

-Sí, podrías contarme.

-Bueno, se supone que hace muchos siglos hubo una batalla, Sir Jacobs pertenecía a la Orden, una secta muy antigua que era responsable de proteger el Libro de los Hechizos, uno de los más poderosos que jamás se haya escrito. Debido a lo que el libro representaba, el mal lo quería.

<<Estas paredes fueron testigos de un gran encuentro entre ambas partes, un demonio poderoso lo quería para abrir las puertas del infierno y que la tierra fuera consumida por la oscuridad, pero Sir Jacobs fue un adversario digno y lo subestimaron por ser humano, él no sólo logró encarcelar al demonio sino que escondió el libro donde no pudiera ser encontrado, sólo el Guardián podría hallarlo.>>

-¿Qué le pasó a Sir Jacobs?

-Después de encerrar a la bestia, murió, utilizó magia muy antigua que fue mayor a sus fuerzas humanas.

Elena pudo notar un atisbo de tristeza en el rostro de Andrew como si todo aquello lo afectara sobremanera.

-Sir Jacobs tenía esposa e hijo, ¿Qué fue de ellos?

-¿Cómo sabes de su familia?

-Lo he leído en algún libro en la mansión. _Mintió Elena al instante.

-Él los mando lejos pero fueron interceptados.

-¿Los asesinaron?

-A ella sí, su hijo sobrevivió.

-De ahí viene tu descendencia.

-Así es.

-Has escuchado hablar del Enviado.

-Sí, según la leyenda el demonio regresará con la luna sangrienta, una brecha se abrirá entre los dos mundos pero se cerrará al amanecer dejándolo en su prisión por siempre. Por eso necesita el libro, hay un conjuro que lo puede liberar pero ni él ni sus subditos pueden tocarlo, necesitan al Guardián para que haga el ritual, además de su sangre.

Elena miró su mano, aunque la quemadura fue superficial no había sanado del todo, si ella no podía tocar el libro oscuro, comprendía porque ellos tampoco el libro de los hechizos.

-¿Qué clase de magia hay en el libro de los hechizos? ¿Es magia blanca?

-Puede ser utilizado para ambos propósitos, ahí radica la importancia de ser protegido.

-¿Cómo sabes tanto?

-Se te olvida quiénes son mis antepasados, es obvio que sepa todos los detalles.

-¿Crees que eso suceda de verdad?

-Lo creo con firmeza.

-¿Eres tú el Enviado?

Andrew la miró dubitativo, Elena se encargó de unir todos los cabos, era una chica lista, su coartada se venía al suelo, tenía dos opciones, contarle la verdad o seguir con su pantalla. Podía confiar en ella, pero a la vez se sintió inseguro, sabía quién era la joven, lo supo desde el instante en que la conoció. Su espera al fin había terminado pero si le contaba todo la pondría en peligro, se debatía en su interior, la miró y pudo notar que ella esperaba una respuesta, se rindió y se limitó a contestar: _Tenemos que hablar.

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Nuevamente gracias por leer mi historia. Comenten que les va pareciendo hasta ahora y si les va gustando, please voten.

El Secreto de la Mansión HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora