El Secreto de la Mansión Holmes

CAPITULO 19

Susanne se quedó con Elena el resto de la madrugada ya que ella no quería estar sola, ver a Cameron transformado en aquella criatura la afectó mucho. Cuando despertó la recibió una taza de chocolate humeante y unos bizcochos.

-Buenos días.

-Buenos días Su.

-Me contarás ¿Qué pasó anoche?

-No veo por qué debería, tú nunca me dices nada.

Las palabras de Elena hirieron a Susanne se reflejó en su rostro.

-Lo sé, pero es complicado.

-Siempre lo es, al menos puedes explicarme por qué el otro día me topé con Jürgen, viendo como se desvanecía al pasar junto al cementerio, ¿Cómo es eso posible?

-Lo único que puedo decirle es que debería volver a leer las inscripciones en las tumbas señorita Holmes. Le aseguro que un misterio más se resolverá. Y ahora dese prisa, el señor Buntjen está por llegar.

Desayuna en el aire y de mala gana se alista y baja donde un impaciente tutor la esperaba. Miró su reloj y exclamó: ¡8:02 a.m. señorita Holmes! que hablamos de la puntualidad.

-Lo lamento, tuve una pésima noche.

-Lo sé. _Al decirlo se dibuja una sonrisa de media luna.

Elena comienza a preocuparse cuando él cierra la puerta del estudio y pasa el seguro.

-Aunque no dices nada, sabes más de lo que deberías, no es bueno andar espiando, pero le devolveré el favor.

-¿A qué se refiere?

-Tengo un don o poder especial, como lo quieras llamar y su padre me ha autorizado a usarlo contigo.

-¿De qué se trata?

_Te mostraré. _  Agrega es señor Buntjen.

Elena siente que algo envolvía su brazo, una serpiente le cubría la mitad del antebrazo. Dejó caer sus cosas y sacudió su mano horrorizada, le temía a las serpientes, cuando volvió a ver no tenía nada.

-Eso sólo ha sido una muestra. Ahora Elena, vamos a hablar

-¿Hablar? Sobre qué.

-No juegues a la inocente conmigo. Te hubiera eliminado desde un principio pero Cameron se empeña en asegurar que no eres una amenaza, sin embargo, yo no comparto ese pensamiento. Hay algo en ti que no termina de encajar, pero lo averiguaré, así que como consejo no luches o te dolerá.

Buntjen fijó su fría mirada en los ojos de Elena y por un momento sintió que trataba de entrar en su mente. Se alteró, él no debía saber quién era ella, sobre el libro y Andrew, bloqueó la intromisión pero al hacerlo sintió un mareo que la hizo sujetarse del mueble más cercano.

-!Sorprendente¡ _Exclamó Buntjen. -Pero no lo suficiente. _Volvió a entrar en la mente de Elena y ésta comenzó a pensar en su mamá distrayendo su atención.

-De nada te servirán tus trucos, averiguaré lo que ocultas.

Buntjen incrementó su poder haciendo que Elena gritara de dolor, pero aun así no lo dejó entrar lo que produjo que él se enojara y aumentara la dosis.

Elena gritaba sin poder evitarlo, la sangre comenzó a manar de su nariz y ojos, sentía que el cerebro le iba a explotar pero resultó ser más fuerte que él y por más que lo intentó sólo logro flashes del castillo, el cementerio, de Cameron convertido, pero nada de utilidad. Cuando al fin la soltó de su agarre psíquico ella cayó al suelo inconsciente.

-¿Qué has hecho? _Cameron aparece, saliendo de una pared, aquella mansión tenía muchos pasajes secretos.

-Lo que me pediste.

-No, nos sirve muerta.

-Es decidida, no he podido ver mucho. Sólo que ha ido al castillo, una notable adversaria para sólo ser una chica normal de 15 años. _Enfatiza en esta última parte. _Nadie Cameron ha resistido hasta ahora, cuando te quitarás la venda, ella no es tan inocente.

-La vigilaremos, tú te encargarás de hacerlo.

-Qué ahora soy niñera.

-Disfruta tu ascenso. _Le responde Cameron mientras toma a Elena entre sus brazos. La puerta se abre sola y padre e hija salen en silencio topándose a Susanne en el camino quién al ver el estado de Elena denota la preocupación.

-Ella se lo ha buscado, no me mires así.

-Era esto necesario señor.

Cameron no contesta sube las gradas y al llegar al cuarto coloca a Elena sobre su cama.

-Atiéndela. _ Agregó, dejándolas solas.