CAPITULO 17

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Elena estaba acostaba, pero por más que lo intentaba no podía dormir. Quería deshacerse del libro cuanto antes, se lo entregaría a Andrew al día siguiente, le agradaba la idea de volverlo a ver, pero había algo en él que la inquietaba, sentía que le escondía cosas, pero de ser así ¿Por qué lo haría?

La luna llena se asomaba majestuosa, abrió las cortinas, la noche estaba clara y lo iluminaba todo a su alrededor, miró hacia afuera llamando su atención como una figura pasó corriendo bajo su ventana. Trató de visualizarla pero sólo logró ver una sombra, no le tomó importancia y se fue a la cama.

Esa noche soñó que unas garras le aprisionaban la garganta y no la dejaban respirar, unos ojos negros la miraban y sintió un aliento fétido sobre su rostro, despertó exaltada y al notar que era de día, sintió alivio.

Vería a Andrew esa mañana por lo que salió rápido de las cobijas y tomo una ducha caliente. Colocó el libro en la mochila, llegó a la cocina pero no estaba Susanne, cogió una manzana y empezó a comerla, iba rumbo a la puerta cuando se encontró de frente con su padre, su corazón dio un vuelco. Cameron la observó con detenimiento.

-¿A dónde vas?

-Al cementerio señor, es tranquilo me gusta hacer mis deberes ahí.

-Sé que ocultas algo. _Afirma escudriñándola con la mirada.

-No, no lo hago señor. Intentó soñar firme.

- Déjame ver que llevas en la mochila

Elena observa como sus ojos se oscurecen y cierra las manos en un puño mientras se convierten brevemente en garras. Se apresuró a sacar un libro de álgebra.

-Por favor no me lastime no he hecho nada malo, sólo son libros.

Las facciones de Cameron parecen suavizarse, Elena lo nota inquieto, él no parece darle mayor importancia y se aleja. Ella deja salir un suspiro de alivio y sale de la residencia. Llega a la muralla y duda, decide devolverse al cementerio y hacer que estudia, al cabo de unos veinte minutos se despereza con un bostezo ya que álgebra no era su fuerte y al estar segura que no la vigilaban salta el muro, dirigiéndose al castillo donde un impaciente Andrew la esperaba.

-¿Dónde has estado? Me tenías preocupado.

Elena puede ver reflejado en sus ojos la angustia, el chico de verdad se preocupaba por ella y sonrío, se sentía bien que le importara a alguien.

-Perdona, tuve un encuentro del tercer tipo con Cameron.

-¿Estás bien? Sospechó algo.

-Con él nunca se sabe, creo que sí, le dije que iría a estudiar así que simulé hacerlo en el cementerio unos cuantos minutos.

-Muy lista y extraño lugar para estudiar.

Andrew le regaló una de sus sonrisas y Elena no pudo evitar fijar su mirada en aquellos labios tentadores que la invitaban a besarlos.

-¿Traes el libro contigo?

-Sí, fue más sencillo de lo que pensé, me refiero a sacarlo de la mansión.

-Bueno agradezcamos que ellos no saben quién eres de lo contrario no estarías aquí.

Elena saca el libro y lo extiende hacia Andrew, él no lo toma de inmediato sino que lo observa, ella puede leer en sus ojos la ansiedad al reconocerlo, despacio acerca su mano tocando la pasta con suavidad hasta que al fin lo coge con ambas manos y lo abraza llevándolo junto a su pecho.

-Gracias. _Agradece a Elena.

-No es nada, Andrew te quiero comentar algo que pasó anoche.

-Dime. _Respondió atento a sus palabras.

-Quizás no ha sido nada, pero me asomé por la ventana y vi una silueta de gran tamaño pasar por el frente, muy aprisa, no pude determinar qué era.

-Con la luna llena salen criaturas de la noche, es mejor ser precavido, prométeme que no saldrás.

-Lo prometo, ahora debo regresar, no quiero levantar sospechas.

-Elena ten cuidado, y por favor no hagas nada estúpido. Ten. Saca de su bolsillo un celular con el cargador. _Llámame si me necesitas, sólo si es una emergencia, y no lo uses para llamadas internacionales, no sirve para ese propósito, la línea es local.

Ella se sonroja, el joven pareció leer sus pensamientos y sólo asiente.

-¿Cuándo nos volveremos a ver?

-El otro sábado, ya que entre semana se te dificulta.

-Sí, bueno, ok.

Elena está decepcionada tendrá que esperar seis días para que estén juntos.

-¿Qué harás con el libro?

-Esconderlo y mantenerlo a salvo.

-¿Viven otros contigo?

-No Elena, soy solo yo.

Ella quiere preguntar más pero al notar la reacción del joven prefiere no entrar en detalles.

-Nos vemos. _ Se ella dirigiéndose a la mansión.

-Nos vemos. _Contesta él, tomando caminos diferentes.

El Secreto de la Mansión HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora