CAPITULO 14

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Al fin era sábado, Elena repasaba mentalmente todo lo sucedido desde que llegó a la mansión:

1. La representación de la batalla del bien contra el mal.

2. La pesadilla.

3. Los eventos paranormales.

4. El comportamiento de su padre y los cambios físicos.

5. La actitud fría de Jürgen.

6. El temor de Susanne.

7. El libro.

8. La visión asociada con Sir Jacobs.

9. La aparición de su madre.

10. El demonio.

11. Que ella era la guardiana del libro.

12. El extraño tutor.

13. El Enviado.

Todo lo acontecido la bombardeaba, aquello parecía sacado de un cuento de terror del cual ella era la protagonista. Nunca le había sucedido nada interesante en la vida y de repente se encontraba en el ojo del huracán sin saber muy bien cómo salir de ahí. Al menos algo tenía sentido, haber bajado a aquel sótano no fue tan mala idea después de todo. Lo que no entendía era ¿Cómo era posible que aquella criatura pudiera sentirla pero no supiera que se encontraba bajo sus propias narices? ¿Y a qué se refería Cameron con que ella emanaba una energía? si era cierto llegaría un momento en que sería descubierta.

Miles de preguntas surcaban su interior, le gustaría que alguien le diera respuesta y sabía que Susanne y Jürgen podrían desvanecerlas pero también comprendía que jamás le dirían nada.

El día amaneció sombrío y frío, se abrigó bien y se dirigió al encuentro del misterioso chico, salió de la mansión y sus pies la llevaron por el camino ya conocido hasta llegar a la muralla, estaba empezando a escalar cuando una mano le rodeo el tobillo y la jaló con fuerza haciendo que cayera sentada.

-¡Jürgen!_ Exclamó cuando vio de quien se trataba.

-¿Qué hace? Ya ha quebrantado todas las reglas que le impusieron y se empeña en continuar desafiando a su suerte.

-¿De qué hablas?

-Sabe perfectamente a lo que me refiero. Señorita Holmes, no puedo seguir encubriéndola, tarde o temprano él lo sabrá y ya conoce de lo que es capaz.

-¿Y a ti que te puede importar lo que me suceda? no me has tratado muy diferente que él.

-Debe entregar el libro al Enviado, él puede ayudarla.

-¿El Enviado? ¿Qué sabes tú de él? Jürgen por favor, ilumíname.

-Cameron no sabe quién eres aún, pero será cuestión de tiempo que lo descubra.

-¿Y tú sí lo sabes?

-Tú eres la Guardiana del libro.

Elena quedó helada, Jürgen lo sabía, pero ¿Desde cuándo?

-No se preocupe, no le diré, la protegeremos hasta donde podamos.

-¿Protegeremos? Incluyes a Susanne también.

El hombre confirma sus palabras con un movimiento de su cabeza.

-¿Por qué Jürgen? No comprendo.

-Pronto señorita todo se revelará. Así como el libro la encontró, el Enviado también lo hará, sino es que ya lo ha hecho.

-¿Por qué me lo dices ahora? ¿Qué ha cambiado?

-El día se acerca, la luna sangrienta será la señal de que todo está por terminar. Está fuertemente ligada a usted.

-La luna sangrienta._ Repite Elena recordando el dibujo.

_Debo irme, sólo tenga cuidado señorita Holmes, no más excursiones intrépidas por favor.

-Espera Jürgen, tengo tanto que preguntar.

-Lo siento, ya le he revelado mucho, si él se entera....

Elena ve el mismo temor de Susanne enmarcado en las facciones de Jürgen.

El anciano le sonríe sin ganas, se puede reflejar el cansancio en sus ojos  azules. Lo ve alejarse y para su sorpresa cruzando el cementerio desaparece.

-¿Qué demonios? _Dice asustada, se apresura a cruzar la muralla y se dirige al castillo.

El Secreto de la Mansión HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora