El Secreto de la Mansión Holmes

CAPITULO 26

                                                                         Ritter Duntjen se encontraba en el sótano, esa noche habría un eclipse lunar, momento en el cual debía llevarse a cabo el hechizo. No sería sencillo, necesitaba la ayuda de Cameron pero desconocía su paradero. Colocó todo lo necesario sobre la mesa de madera cubierta con un mantel negro y esperó, no podía realizarlo aún, requería que los tres cuerpos celestes, la Tierra, el Sol y la Luna, estuvieran exactamente alineados.

Cuando al fin el evento astronómico empezó, Ritter se apresuró, debía realizarlo antes que el eclipse terminara. Tomo el grueso libro de pasta café y comenzó a rezar la jaculatoria.

Todo el sótano estaba inundado de velas, las llamas de cada una se desprendió y empezaron a formar en el centro del lugar una bola de fuego que cambió de color. Primero blanco, luego un amarillo muy intenso hasta que convertirse en rojo como la misma sangre.

Ritter continuaba, el lugar empezó a temblar, era magia muy poderosa, sus ojos se oscurecieron mientras elevaba su voz en latín:

"Surge (Elévate)

Tenebrae operient terram (Llena la tierra con tinieblas)

Testor exercitus bellatorum tenebrosa (Invoco a las fuerzas oscuras)

Tempus enim prope est (El momento está cerca)

Adimplere misio (para cumplir tu misión)"

En ese momento los planetas y la inmensa estrella solar se alinearon y la bola de fuego buscó salir haciendo un gran agujero en la pared con dirección a la luna y el sol, cubriendo el natural evento y convirtiéndolo en la noche perpetua. Los astros se mantuvieron en línea, y así permanecerían.

-Está hecho. _Sonrió  complacido. La primera parte aérea desarrolló con éxito, ahora debía convocar a su Señor.

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Astargon se erguía sobre el agujero mientras que el cristal negro lo proyectaba, su fuerza se incrementaba, mientras que el eclipse se mantuviera, él podría salir de su encierro. Pero al amanecer volvería a éste y sería para siempre, de no realizarse el hechizo de su liberación.

-Mi Señor _Lo  saluda Ritter de rodillas.

-¿Dónde está Cameron? _Consultó el demonio mirando a su alrededor

-No lo sé, perseguía a la Guardiana  y no regresó. Lo he buscado, sin embargo, no lo encuentro.

-Incompetente. _Gritó Astargon molesto.

Duntjen no se atrevía a levantar la vista.

-Tenemos hasta el amanecer para encontrar a la Guardiana y al libro, siempre estuvo en sus manos ¿Y la dejaron ir?

-Lo lamento, no sabíamos.

-Ella debió emanar una poderosa energía ¿Acaso no la sintieron?

-Sí pero, era tan insignificante, no creímos que....

-Suficiente. _La voz de Astargon resonó estruendosa, sus ojos chispeantes y negros  lo miraron llenos de ira. _Ella vendrá a nosotros y será esta noche.

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-Elena ayúdanos.

-¿Qué? _Elena se enderezó del camastro sobresaltada.

-Te necesitamos.

Jürgen y Sussane se presentaron ante ella, sus espíritus levitaban, Elena podía ver a través de ellos

-¿Cómo puedo ayudarlos?

-Recupera nuestras almas, Duntjen nos tortura._Agrega Susanne con lágrimas.

-No puedo, lo siento.

-Elena, por favor. _Susanne la miraba suplicante. _Él no está, es el momento.

-Le diré a Andrew.

-No, no lo hagas, si él viene Ritter lo sentirá. Debes venir sola.

Elena miró a Andrew que dormía al otro extremo de la estancia sobre una manta.

-Elena, ayúdanos. _Volvía a suplicar Jürgen mientras se desvanecían.

-No, no se vayan. _Pero al momento tapo su boca al ver que levantaba la voz.

-Elena ¿Estás bien? _Andrew la mira preocupado.

-Sí, vuelve a dormir.

Él no la cuestiona, le da la espalda, al poco tiempo su respiración relajada le avisa, que se ha quedado dormido. Elena deja transcurrir unos minutos más para proceder a levantarse tratando de no hacer ruido. Estaba muy oscuro y tropezó con el baúl, maldijo en silencio y tomando sus converse comenzó el ascenso a través de los túneles. Al salir notó el eclipse supo que algo no estaba bien, su color era................ Su respiración se aceleró, la luna sangrienta al fin había aparecido.