Abrí la puerta y salí al pasillo, encontrando a Harry dormido. Busqué una manta y lo tapé para luego susurrar en su oído.
-Yo solo quería un hermano mayor.
Bajé las escaleras y tomé una manzana de la heladera. Un brazo me acorraló contra esta y me topé con los ojos azules de Louis, estaba enojado.
-¿Por qué? -preguntó.- Esperé a que me llamaras.
-Estaba... borracha.-admití, apartando la vista.- Jonas me sacó de la fiesta y solo recuerdo fragmentos. Yo... no quería que todo esto pasara.
-¿Te acostaste con él? -negué.- ¿Estás segura?-asentí y él retiró su brazo.- No vas a volver a ir a ninguna fiesta.
Se fue, aún enojado, y yo me senté sobre la mesada, comiendo mi manzana con lentitud. Niall se sentó a mi lado y me sacó la manzana, dándole un mordisco.
-Ladrón de comida.-reí con suavidad pero no había diversión alguna en mi tono.
-Hey, solo tenía hambre.-me rodeó con su brazo.- Sé por qué lo hiciste.-dijo entonces y yo lo miré confundida.- No necesitas eso para olvidar nada. ¿Qué puedo hacer para que estes bien?
-Yo estoy bien.-musité y él me miró alzando las cejas.- Solo... ¿Por qué siempre hago todo mal? Me refiero a que... los decepcioné a ustedes, a Jonas y a mi misma.
-A veces tomamos malas decisiones pero el truco está en aprender de ellas.-dijo y besó mi frente.- No seas tan dura con vos misma. Ahora dame un pocito más, te agarraste la mas jugosa.
-Si.-reí con suavidad.- Está muy rica.
Hablamos durante un largo rato sobre manzanas y, tengo que admitir que, me hizo muy bien hablar con él. Eso era algo propio de Niall, siempre sabía como hacer que los demás se sientan bien.
-Te llamo para la cena.-dijo y yo asentí, bajando de la mesada y subiendo a mi habitación.
Harry estaba recostado contra la puerta de mi cuarto, llamándome.
-Jane.-dijo al verme y se acercó.- ¿Estás bien?
-Harry decime si vas a quedarte así o si vas a enloquecer.-pedí.- Porque te juro que ya no sé que esperar.
-Voy a quedarme así. -murmuró con lágrimas en los ojos.- Voy a cuidarte y a estar con vos. No voy a lastimarte. ¿Sabes qué? Vení.-tomó mi mano y me guió al final del pasillo, haciéndome entrar en su habitación. Las paredes estaban repletas de libros y su cama estaba deshecha. No tenía casi cosas, solo libros.- Ya está. Sé que puedo ser un idiota y que no tenía por qué esconder lo que hay en mi habitación. Sé que lo dije mal y todo eso. Solo.. Jane nunca tuve la necesidad de abrirle la puerta a nadie pero llegas y lo cambias todo y tenes que entender que tampoco es fácil para mi.
-Es que no entiendo qué te hice.-dije, al borde del llanto.
-No me hiciste nada.-dijo tomando mi rostro entre sus manos.- Solo soy yo que no sé como hacer las cosas bien. Vos no hiciste nada malo.
Lo rodeé con ambos brazos y enterré el rostro en su pecho. Sus labios se presionaron contra mi frente y me sentí tan indefensa como protegida entre los brazos de mi hermano, quien nuevamente volvía a ser mi hermano mayor.
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No importa.
FanfictionElla era un "No importa" constante, hasta que llegó una noticia que le dejó los labios sellados. Quizás hay ocasiones een las que si importa.