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Los chicos me hablaban pero yo no los escuchaba. Era tan raro todo.
-Una vez...-murmuré y clavé mis ojos en Harry.- Yo no había podido ganar lo suficiente y... yo saqué un poco de leche en polvo del almacén y el señor Ptron me descubrió y me corrió. Llevaba tres días sin poder darle a Steve lo que necesitaba. Yo..me disculpé con el señor Ptron y le dije que se lo pagaría. Nunca pude volver a entrar a ese lugar. Me dio tanta vergüenza.... hoy era como si él viniera entre todos ellos.
Mi hermano se puso de pie y se arrodilló frente a mi, tomando mis manos.
-Jane, el hombre sabía que vos lo necesitabas, además se lo pagaste.
-Pero le robé. -dije y las lágrimas quemaron en mis ojos.
-Preciosa, todo lo que hiciste fue siempre para que tu hermano estuviera bien. Hay personas que no haría ni la mitad de esas cosas.
-Pero...
-Te vi volver de una fiesta a las seis de la mañana. Me sorprendió verte salir diez minutos después para trabajar en el campo con tu papá. Al mediodía, ni siquiera te paraste para comer, saliste con tu hermano, caminando, hasta el pueblo. Lo dejaste en el hospital y te dirigiste a un café, a trabajar. Jane, nunca parabas. Lo hacías todo para él.
-Pero no pude salvarlo.-susurré y las lágrimas se deslizaron por mi rostro.
-No fue tu culpa.-dijo él y se sentó, pasándome a sus piernas y rodeandome con sus brazos.- Jane, no fue tu culpa.
Hundí el rostro en su pecho. No quería llorar, pero no podía evitarlo. Quería volver el tiempo atrás para poder cuidarlo mas de lo que lo había hecho.
-Ya, Jane. Todo va a estar bien.-negué.- Si, vamos a hacer que todo esté bien.
-Vas a irte.-dijo y me refregué los ojos.- Vos también vas a irte.
-¿Quién dijo eso?-preguntó con su mejilla en mi pelo.
-Todos se van.
Él besó mi frente y una mano acarició mi espalda con suavidad. Había olvidado que los chicos también estaban ahí.
-Voy a llevarla arriba.-dijo mi hermano quien parecía haber oído mis pensamientos.
No dejó que me pusiera de pie, me subió en brazos, haciendo que enredara mis piernas a su alrededor.
-Todo va a estar bien.-susurró en mi oído.- Te prometo que nada va a pasar.
-Me da miedo que seas mi hermano.-admití.
-No tengas miedo. Nada va a pasar. ¿Queres que te lo prometa? Te lo prometo. Mirá, se que no es fácil, yo también estoy bastante perdido pero tenemos que intenrarlo. No quiero dejarte sola.
-Harry....-susurré y él me besó la mejilla, entrando en mi cuarto.- ¿Por qué nunca me habían ido a buscar antes?
-Yo no lo sabía. -dijo sentándome en la cama.- De ser así, te hubiera ido a buscar.
-Pensé que me odiabas.-dije y sentí como mis párpados se volvían más y más pesados.
-¿Cómo queres que te odie si sos la persona mas maravillosa que conocí? Siempre quise una hermanita y ahora llegaste. No quiero que te vayas. No quiero que te lastimen. No quiero nada de eso..
-¿Por eso golpeaste a ese chico? -mi voz sonaba como un susurro y ya no podía abrir los ojos.
-Primero es una foto y después, los paparazzi nunca se van.
-Harry. -murmuré.- Creo que te quiero, pero me da miedo.
-¿Por qué te da miedo?
Quise responderle pero, de repente, su voz había dejado de oírse y, otra vez, estaba en casa con Jonas.

No importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora