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Desperté en una habitación de hospital, aturdida. Miré a mi alrededor para encontrarme con el panorama de que estaba sola.Busqué mi celular pero no encontré.
-Despertaste.-dijo una enfermera al entrar.
-¿Cuánto llevo acá? -pregunté.
-Tres días. -dijo.- Tu cuerpo no respondió bien a algunos de los medicamentos.
-¿A qué se refiere?¿Dónde está mi hermano?¿Dónde estoy?
-A esto mismo, querida.-dijo.- Tranquilizate, no queremos volver a dormirte.
Entonces callé, porque me pareció que era lo más prudente. La mujer sonrió y se fue. Ya la había visto antes. Claro que si. Ya había despertado antes. Ya había preguntado todo eso y me habían dormido. Mierda. Tenía que salir cuanto antes.
Miré la ventana y supe que no lo había intentado. Registré la habitación y corrí hacia ahí. Quise abrirla pero no lo logré.
El ruido de las llaves llegó a mis oídos, me habían descubierto. Golpeé el cristal con el puño, haciéndolo trisas y escapé por ahí a la vez que veía aparecer nuevamente a la enfermera. No me importó el dolor insoportable en una de mis piernas bajo la ropa de hospital y mi mano sangrando, corrí lo más rápido que pude buscando algo que me ayudara a ubicarme.
Un grito ahogado escapó de mis labios cuando un auto se detuvo a milímetros de mi.
-Fijate por...-el grito del hombre se acalló y este bajo con rapidez.- Dios, ¿Estás bien?
-Tengo... tengo que encontrar a mi hermano.-dije con los ojos llenos de lágrimas.- Ayúdame, por favor. Me están siguiendo.
-Subí. -dijo al ver como la enfermera aparecía.
Obedeci y él comenzó a conducir.
-¿A dónde te llevo?
-Al hotel principal de la avenida.-dije con un hilo de voz.- ¿Sabe si One Direction se fue?
-Sos vos.-dijo entonces.- Claro que no se fueron. Te están buscando. Se supone que esta tarde se paga el rescate. Dios mío, ¿Qué pasó?
-No lo sé. -lloré, presa de la confusión y el cansancio.- Yo... Me durmieron. Me duele.
-Te tengo que llevar al hospital.-dijo, percatandose de mi aspecto en general.
-Me tenían ahí. -lloré.- Lleveme con mi hermano, se lo suplico.
Su mirada pareció ser de compasión en cuanto se encaminó a la avenida principal.
Bajé a toda prisa cuando llegamos y él me siguió.
-Estás perdiendo mucha sangre.-dijo, tomándome por el codo.
Negué y seguí avanzando.
-No importa.-dije cuando llegué al piso correcto.- Hazz. Hazz, Louis, Liam, Niall, Zayn.
-Tranquila. -pidió el señor pero yo no podía tranquilizarme sino llorar más y más.
Una de las puertas se abrió y mi hermano apareció con los ojos enrojecidos y el cabello alborotado. Corrí hacia él y me arrojé en sus brazos, llorando como jamás lo había hecho antes.
-Jane.-susurró con un hilo de voz y me aferró con fuerza.-Beba. Ay, Dios mío. Estás acá. Estás.... estás sangrando.
-Dijo que la tenían en un hospital.-dijo el hombre.- Una enfermera nos seguía.
-Pase.-dijo mi hermano mientras entraba en la habitación.- Tengo que... tengo que curarte. Jane, estás acá.
Las lágrimas mojaban también sus mejillas. Me estremeci cuando se fue a buscar algo al baño. No quería tenerlo lejos.
-Hazz.-llamé con la voz rota y él corrió hacia mi.- No te vayas.
-Shh. Shh... estoy acá. -me sentó en sus piernas, aferrandome con fuerza.-¿Podría traerme el botiquín? -le pidió al señor. Este asintió y yo abracé a Harry con más fuerza.- ¿Dónde estabas?¿Qué pasó? Yo creí que ibas a ir con Josh pero nunca llegaste. Jane, nunca llegaste hasta su habitación.-no podía responder. No encontraba mi voz y mucho menos lograba pensar con claridad.- Me volví loco buscándote. Nunca voy a dejarte. Lo prometo. Te lo juro, Jane. Te lo juro.-puso su mejilla en mi pelo y me meció con suavidad.
Perdí la conciencia en su pecho, o eso creo, porque al despertar estaba metida en su cama. Él me miraba sentado junto a esta, tenía mas manos cruzadas bajo el mentón y clavaba sus ojos en mi. Tras él, estaban todos los demás. Me removí un poco y, tras quedar de costado, le sonreí.
-Hola, Hazz.
Su mano acarició mi pelo y luego presionó la mía con suavidad.
-Hola, beba.
Su voz sonó rota pero me esforce por mantener la sonrisa aunque mi mejillas volvieran a estar húmedas.
Mi hermano se acostó a mi lado y me pegó a su pecho.
-Quiero irme de acá. -susurré.
-Vamos a irnos, pero no llores.-pidió y vi lágrimas en sus ojos.
-Vos también estás llorando.
-Es porque vos lloras.
-¿Desde cuando lloras cuando yo lloro?-pregunté enterrando el rostro en su pecho.
-Desde que escuché tus gritos pidiéndome ayuda, mientras yo no podía hacer nada.
-No me acuerdo de nada.-lloré.- No sé cuantas veces me durmieron por querer escapar. Estaba muy perdida. Ni siquiera sé como hice para lograr escapar antes de que me agarraran.
-Te saliste por una ventana.-dijo Liam, acariciando mi espalda.
-Pensé que se habían ido.
-Yo sin vos no voy a ninguna parte.-dijo Harry y me presionó más entre sus brazos a la vez que besaba mi frente.- Sin vos, no.
Dejé que él me tomara y tratara como a una niña pequeña. Dejé que me mimara y lo console lo mejor que pude.
-Todo va a estar bien, Hazz.-murmuré cuando nos quedamos solos y él se durmió.-Voy a hacer que estés completamente bien.

No importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora