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Mientras mi hermano hablaba con Simón, la puerta de la habitación se abrió y Louis cerró el seguro antes de agarrar mi rostro entre sus manos para besarme con una desesperación impropia de él. Caímos en la cama y él presionó su cuerpo contra el mío.
-Estás bien.-dijo, más para él que para mi.- Nada va a pasarte. Estás bien. Te amo. Te amo. Te amo tanto, nena.
Bajó a mi cuello, sin piedad alguna e introdujo sus manos bajo mi blusa. Louis estaba fuera de si.
-Shh.-dije, intentando calmandolo. Él se apartó y noté que lloraba. Besé sus labios con suavidad y lo dejé caer sobre mi.
-Estás bien.-dijo rodeandome con sus brazos y besando mi cabeza.
Comencé a dejar pequeños besos, de esos que le gustan a él, en su cuello. Sabía que Louis no quería hacerlo, estaba asustado. Lo supe desde el momento en que sus manos rozaron la piel de mi abdomen. Él jamás era así conmigo pero estaba asustado y, lo que menos quería, era que terminara arrepintiendose. Así que lo besé, lo besé como siempre y como nunca.
-Te amo.-seguía susurrando él en mi oído.
-Yo te amo muchísimo más. -dije y volví a besarlo. Él me miró y besó mis labios.-¿Estás bien?-asintió.- Te amo.
-Vamos a irnos de este maldito lugar. -dijo.- Lo prometo.
-¿Jane?-preguntó mi hermano al otro lado de la puerta.-¿Jane, por qué no se abre la puerta?
Louis se levantó y abrió. Vi el rostro perplejo de mi hermano cuando el chico volvió a mi lado y me sentó en sus piernas.
-No quiero que la dejes sin seguro.-dijo.- ¿Qué si alguien entra? No, Harry. No podes permitir que algo vuelva a pasarle.
-Tranquilo.-suspiró mi hermano y se sentó junto a nosotros.- No voy a permitir que nada le pase. Jane va a estar bien, siempre.
-Chicos.-supliqué en un susurro.- Solo quédense tranquilos. Vamos a irnos de acá y todo va a estar bien.
-¿No estás asustada?-preguntó Niall desde la puerta.
-Estoy aterrada.-confesé y los brazos de Louis se ajustaron a mi alrededor.- Pero no quiero que ustedes también lo estén. Tenemos que pensar que no va a volver a pasar. Yo... no importa.-dije y enterré el rostro en el cuello de Louis mientras las lágrimas huían de mis ojos.- Solo quiero que se termine.

Esa misma tarde partimos. En el bus todo era silencio. Seguí mirando por la ventana y luego sentí como alguien se sentaba detrás de mi.
-¿Estás bien?-preguntó Liam. Asentí.-Ahora, ¿Me podrías decir la verdad?
Volteé y él me abrazó con fuerza. Era una jodida desesperación no poder ocultarle nada a los chicos. Me conocían por completo y descubrían hasta la mínima mentira.
-Nada va a pasarte. No vamos a permitirlo.
-No me gusta preocuparlos tanto.
-Nos preocupamos porque te amamos.-dijo y besó mi frente.-Casi nos volvemos locos cuando desapareciste. Sos nuestra nena. La de todos. Jane, nadie puede seguir si no estás.
-Estuve cuatro meses en Londres y....
-Casi suspendemos la gira.-dijo mirándome y yo fruncí el ceño.- Harry quería ir a buscarte pero tenía miedo, desde el día que te fuiste. Estuvo así cuatro meses y quiso dejar todo. No queríamos seguir. No atendias y todo era un desastre, Jane.
No dije nada, solo permití que me abrazara con fuerza en todo lo que quedaba de la tarde.
-Vamos a comer.-dijo cuando el momento llegó y los dos nos pusimos de pie.
Corrí hacia Harry como una niña pequeña y lo rodeé con mis brazos por la espalda. Lo oí reír y me gustó como sonaba.
-Hola, Hazz.-dije y él volteó, abrazandome con fuerza.
-Sos una beba.-dijo y besó la punta de mi nariz.- Te amo. Quedate chiquita siempre.
Apoyé mi cabeza en su pecho y reí.
-Tengo tanta hambre que...-dije pero no continué. Miré la comida y me llené de solo verla.
Todos me miraron cuando no completé la frase, pero nadie dijo nada. Nos sentamos en la mesa y me llené demasiado pronto. Miré la comida, se veía deliciosa y me hacía desear tener un poquitito mas de lugar.
-Se llenó la beba.-dijo Harry besando mi mejilla.
Asentí y me dejé caer contra el asiento.
-A alguien le suena el teléfono.-dijo Zayn.
Traté de oír y descubrí que se trataba del mío. Alargué la mano y miré la pantalla. Jonas. Corté pero él volvió a llamar. Harry estaba tenso a mi lado. Lo miré de reojo y apagué el teléfono para luego poner mi mano sobre la de él.
-Voy a cambiar tu número.-dijo él y pasó el brazo sobre mis hombros.- Mañana mismo.
-Está bien, Hazz.-dije. Apoyé mi cabeza en su pecho y noté la mirada de Louis. Le sonreí con suavidad, cansada.
-¿Tenes sueño? -rió.
-Hay demasiada tranquilidad.-dije.- Poneme música, dame un cerveza y revivo.
-Nadie va a darte cerveza.-dijo Niall.
-Ya lo sé.
-¿Entonces por qué lo decís? -preguntó Zayn. Me encogí de hombros.
-Costumbre.
-No me gusta esa costumbre. -dijo Harry.
-Lo sé, Hazz. Perdón. No lo pensé. Ni quiera quiero cerveza.-dije con los ojos cerrados contra su pecho.
-Cuando hace esas cosas me preocupa.-dijo Zayn.- No parece ella.
-Pero soy yo.-dije en un susurro.- Lo que pasa es que tengo sueño. No puedo pelear cuando tengo sueño.
-Ya no peleas nunca.-dijo Liam y yo reí.
-Peleo con Louis.-dije y mi hermano me presionó más entre sus brazos.- Y con Josh. Me saca fotos cuando intento concentrarme. Maldito cara de salchipapa.
-Vuelvo a decirlo, -rió Harry.- sos una beba.
-Si, Hazz.-murmuré y supe que me dormiría en cualquier momento.- Soy tu beba. Para siempre.

No importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora