Cree en ti.

Capítulo 11: Cimarras y despedidas.

Los pelitos de mis brazos se erizaron enseguida ante su tacto contra mi cabello.

Se vuelven locos...

Me giré encontrándome con sus ojos azules, se veía divertido ante la situación que me provocaba con su cercanía.

-¿Qué haces tu aquí? .-Veo como se apoya en el casillero -deberías estar en clases.

-Querida Jamie... yo debería decir lo mismo de ti.

Jugué con mis dedos.

-Pues... me quedé dormida. -dije sin rodeos.

-Jamie llegando tarde al instituto, perfecto. -sonrió levantándose de donde estaba apoyado -vamos por un delicioso desayuno, las clases ya terminaron.

Le iba a preguntar como sabía cuando el timbre sonó. Suerte.

Asentí para luego caminar al comedor. Tomamos nuestro desayuno y nos ubicamos donde estaban los chicos. Antes de ir me fijé en Victoria quien estaba sentada leyendo un libro. Algo que ama hacer. Además estaba sola así que aprovecharía de ir a conversar con ella.

Les hice señas a los chicos para que me esperaran a lo que asintieron no con mucha gana.

-¿Qué tal? -sonreí sentandome al frente de ella.

-¿Decidiste venir a verme? -hizo una mueca mientras revolvía su café con la cuchara.

-Vamos...-le tomé el hombro -¿Cómo has estado?

-Tu como crees. -dejó la cuchara a un lado mientras le daba un pequeño sorbo a su café.

-¿Por qué me contestas así?

-¿Así... cómo?

-Como si te hubiese hecho algo. -la miré fijamente a sus ojos cafés.

-¿Yo te he hecho algo?

-Pues... no. -enarqué una ceja.

-Pues que bien.

-Eres tan irritante. -le dí un mordisco a mi sándwich al que me deseaba que rato.

-Más irritante que tú, no. -me apuntó con la cuchara.

-Ok... -pensé un poco lo que le iba a decir -¿Quieres que nos juntemos hoy en mi casa?

Me miró extrañada.

-¿No irán tus nuevos amigos?

-Claro que no. -rodé los ojos.

-Que alivio. -suspiró.

-Entonces... -dije estrechando la mano -¿Irás o no?

-Claro. -tomó mi mano tendida y estrechada.

Me levanté del asiento y caminé a dejar mi bandeja. Tendré que llegar a casa a tomar un poco de ropa. Papá se iba hoy en la noche a su viaje. Encontraba extraño a que no quisiera decirme donde iba y con quien. Y porque estaba contento. Sonó el timbre dando comienzo de nuevo a las clases. Me tocaba lenguaje con Victoria y Anthony.

Caminé hacia la sala respectiva que quedaba en el segundo piso. Entré a la sala y me senté en umo de los asientos penúltimos de atras. Al menos yo me concentraba más atrás que adelante.

Puede que suene tonto o extraño incluso, pero Jamie Winsley Dalton les podría aceptar que aún sentándose atrás tenía muy buenas calificaciones.

-Bien jovenes. -la maestra Katy se sentó y sacó una laptop. -hoy tendremos mucho que pasar... -cosas por aquí, materia por allá.

Yo estaba muy concentrada tomando apuntes. La hora pasó lentamente, dando al fin con el término de clases.

Tomamos nuestras cosas y nos fuimos. Victoria decidió llevarme a casa, conversamos un poco en el camino. Me bajé del auto y caminé hacia la puerta, al abrir la puerta me encuentro con papá bajando las maletas.

-¿Ya piensas dejarme? -levanté una ceja burlona.

-Pues si, mi pequeña ya creció.

Le sonreí y le traté de ayudar con las maletas, pero que pesadas. Seguro lleva hasta la taza del baño.

-Valla que llevas hartas cosas. -dije mientras tironeaba los bolsos.

-Pues será un mes Jamie, no una semana.

Le ayudé a dejar sus cosas afuera y decidí a subir a mi habitación.
Tomé mis toallas y me fui a bañar. Al salir de la ducha me envolví una toalla en el cabello y la otra en mi cuerpo. Busqué un poco de ropa en mi armario y me la coloqué.

Tomé mi celular y bajé las escaleras.

Busqué en un estante alguna película para ver pero alguien tocó la puerta. Seguro era Victoria.

Abrí la puerta.

-Vaya, ya te estab... ¿Jessy? -la miré confundida.

-Querida Jamie, hoy nos íbamos a juntar pero como nadie te avisó entonces vine a buscarte. -me miró de arriba a abajo -bueno creo que estás lista asi que nos vamos. -me sonrió y me tomó de la mano tirandome hacia afuera.

-Jessy espera. Hoy no puedo salir, tengo... visita. -la miré unos segundos soltandome de su agarre.

-Oh... claro. -dijo entristecida.

-Vayan ustedes, igual se divertirán sin mí. -le dí un abrazo.

-No creo que sea lo mismo, pero si tu lo dices... -veo como se marcha, a lo lejos veo el auto de Victoria. Cerré la puerta rápidamente.

Bien hace como si nada hubiese pasado, me dirigí a la cocina y saque muchas galletas metiéndomelas en la boca.

Demaciado normal.

Sentí como tocaba la puerta. Asi que corrí y la abrí.

-Hola que hace. -dije rápidamente sonriendo. No mejor no, cierra la boca.

-¿Estás comiendo?

-Eh... si pasa, adelante, toma siento. -le digo sentandola en el sillón -te traeré galletas ¿Ok? Ok.

Al entrar a la cocina me doy un palmetazo en la cara. Tonta.
Saqué un plato y serví las galletas en el. Esta tarde iba a ser larga.

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Después que nos llenamos y agonizamos viendo película, Vic se fue a su casa y yo me despedí de papá. Se veía contenta, creo que se me había olvidado como era ella.

Soy pésima amiga.

Fui a por mi bolso a mi habitación, ya era de noche. Que más da irse sola. Le mandé un mensaje a Jessica por si me podía acompañar.

A lo que respondió rápido. Bajé con mi bolso dejándolo en el suelo, tocaron la puerta. Bien Jessy, que gusto tener una amiga que llegue...

-¿Jessy? -miré de arriba a abajo -no, tu no eres Jessy.

-Hm... no, claro que no. -dijo Chris sonriendo -pero soy mucho mejor.

-Jessy mala amiga me las pagarás. -tomé el bolso y cerré la puerta.

-¿Quieres que te ayude? -claro, como no.

-Bueno, tómalo del otro lado.

-Ahora escoltemos a la dama. -sonrió picaramente.

Esto no podía ser peor.

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