Capítulo 25: Cena y vino.

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Hoy habíamos quedado con los chicos para comprarle regalos al bebé de Victoria. Aun mejor cuando era niña. Ya solo quedaban semanas para terminar las clases, ya había postulado en una universidad de medicina. Chris al igual que yo, nos encantaba la medicina. Jessy postuló a una academia de música, Jhonny decidió seguirla. Según él formarían la mejor banda del mundo junto a sus hijos.

Anthony estudiaría de noticiero, quería viajar a muchas partes del mundo, mientras Camila seguiría su rumbo de empresaria, quería formar una gran empresa. Lo tenía más que seguro.

Pasábamos por todas las tiendas viendo algo que nos gustara y fuera hermoso al mismo tiempo. Algunos decidieron ir a por juegos y cosas así. Otros por cosas higiénicas. Mientras que nosotros buscábamos ropa.

-Le encantará este trajecito. -dijo Chris levantando un traje, era un tipo blusita color pastel y por encima una jardinera morada con un diseño de flores.

-Es perfecto. -dije sonriendo. Mientras observaba un traje para dormir.

Miré al lado. Había calcetines, pantuflas, zapatitos y zapatillas. Me llamó la atención un sombrerito para el sol. Le venía al traje de Chris.

-¿Qué te parece? -dije levantando el sombrerito. Tenía una cinta color rosa a su alrededor.

-Creo que le combinó a mi jardinera. -dijo colocando ambas a un lado del otro.

-Necesitamos los zapatos. -observé donde estaban los zapatos. Caminé hacia ellos.

Había uno con tacones pequeños, otros con tela, algodón. Uno de los zapatitos era igual al sombrerito. Era blanco y llevaba una moñita rosa en el centro, bordeado de flores.

-Creo que me llevo estos.

Caminamos hacia al vestíbulo donde una señora un poco pasada de años nos atendió. Pagamos lo que debíamos y luego salimos a caminar un poco.

De camino nos encontramos con un bolso color rosa mexicano, sus bordados eran color negro. Y su diseño era un patito de juguete. Podría servirle mucho a Victoria.

Detuve a Chris pasando a la tienda. Pregunté por el bolso, me alcanzaba el dinero justo que me quedaba.

Me entregó la bolsa y volví donde Chris, lo cual esperaba sentado en una banca.

-¿Dime pequeña, que compraste? -preguntó.

-Un hermoso bolso para Victoria. -dije alegremente.

-Ya se está haciendo de noche, Jamie. -dijo levantándose de la banca -te iré a dejar.

Asentí mientras le tomaba la mano.

Caminamos a paso normal hacia casa. Los chicos nos enviaron un mensaje invitándonos al cine a ver Shrek cuatro. Obviamente tuvimos que decirle que no. Mientras caminábamos Chris decidió hablar un poco.

-¿Has sabido algo de Victoria?

-Pues... si, hoy me llamó para contarme lo que le había pasado en un restaurant. -dije pateando una piedra.

-Y... ¿Qué le pasó?

-Salió con su novio, mejor dicho comprometido. -dije sonriendo.

Chris abrió los ojos sorprendido.

-Victoria y Brad ¿se van a casar?

-Si. -dije saltando de alegría -es bueno ¿verdad?

-Claro. -dijo sonriendo -al menos formarán una pareja. Brad no es de los malos tipos, de hecho es muy familiarizado.

-Y lo mejor de todo es que...

-Que es lo mejor. -dijo.

-Que vamos a ser los padrinos. -me miró sorprendido. Ya me imaginaba nosotros de padrinos, iba a ser lo mejor de todo esto.

-Es increíble. -dijo sonriendo -pero más porque soy su padrino.

-Y yo su madrina. -dije levantando el dedo índice.

Me abrazó por la cintura y seguimos caminando. Victoria ya era mayor de edad, cumpliría diecinueve muy pronto por lo que no complica que se case a tan temprana edad. La familia de Vick no era de las muy agradables por lo que decían. Pero eso teníamos que comprobarlo, a veces hay que aceptar las opiniones de los demás, pero nunca rechazar la nuestra.

-Bien... -dijo Chris vacilando contento -creo que ya llegamos.

-Bien. -dije sonriendo -adiós padrino mío.

-Adiós madrina hermosa mía. -dijo dándome un beso -y no te ansíes tanto, muy pronto nos tocara a nosotros.

Dicho esto me guiñó un ojo y se marchó dejándome con la inmensa sorpresa. Entré a casa.

Que cosas no.

Mi madre y mi abuela estaban haciendo empanadas en la mesa de la cocina. Mientras papá ordenaba la cocina.

Como buena hija, me acerqué a la bandeja donde me esperaban las deliciosas empanadas. Saqué una y corrí a mi habitación.

Mi hermana estaba duchándose, lo sé. Porque empezó a cantar. Vamos a ir a un concierto y lo mejor de todo GRATIS. Prepárense.

-Hija, hoy... -mi mamá entro a la habitación. Lo que yo escondí la empanada. -creo que tendré que ventilar esta habitación. Sale olor a fritura.

Arrugó la nariz observando la habitación.

-Oh... si. -dije nerviosa -olor a fritura.

-Bien... en lo que estaba. -dijo recordando -ven a la mesa. Tenemos cena y lo mejor de todo... empanadas. -dijo aplaudiendo.

-Eh... me muero por probar las empanadas. -dije asintiendo "feliz"-seguro están sabrosas.

-Te esperamos.

Asentí sin antes darle un mordisco a mi empanada para darle de terminada.

Estábamos todo saboreando las deliciosas empanadas con ensalada. En la mesa había una botella de vino recién comprada, una bebida, un plato lleno de langostinos y crema de cebolla.

-Está muy delicioso. -dijo papá mientras servía los vasos.

-Gracias. -dijo mamá y abuela.

-A mí me gustaron los langostinos. -agregó Addy dándole un sorbo a su copa con vino.

Todos me miraron para que agregara algo.

-Mmm... -dije probando los langostinos. -muy ricos.

-¿Más que el postre? -dijo Addy moviendo las cejas picara.

-¿Qué postre? -dije.

-Este. -dijo Addy mostrando con su celular una foto mía con Chris.

Me coloqué roja a lo que todos miraban de qué conversábamos, pateé a Addy bajo la mesa.

-¡Au! -dijo papá.

-Ups... Addy tiene los pies muy grandes -dije sonriendo.

-¿Tu novio también? -dijo Addy picada.

-Cállate. -dije enojada.

Mamá llamó la atención de todos levantando la copa con vino.

-Jamie. -dijo pasándome la copa -prueba.

-No. -dije mirando la copa.

-Si no la pruebas estaré muy triste. -dijo la abuela -el vino lo hice yo.

-Está bien. -dije tomando la copa con desgano -mmm... sabe a concho.

Mi hermana se puso a reír - ¿a qué Jamie? -dijo riendo.

-Que sabe a Addy -sonreí burlona.

Aquí vamos otra vez.




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