Me miré por última vez en el espejo. Llevaba una trenza de lado, un vestido negro de encaje hermosísimo y unos zapatos altos. Mi maquillaje era un simple delineado y un poco de rímel. Una sombra para ojos color café y mis labios pintados color melón.
-Hija, vamos. -mi madre abrió la puerta de mi habitación quien llevaba un vestido largo azulado.
-Bien. -dije caminando hacia afuera con ella -mamá, necesito mandarle un regalo a Jessy.
-No te preocupes cariño. Nosotros se lo hemos enviado antes. -asentí.
Victoria iba también a participar de nuestra fiesta familiar. Al igual que a Jessy le tenía un regalo. Nos subimos al auto donde papá estaba esperándonos para salir. Demoramos unos quince minutos cuando pude ver una gran fogata en la arena. Claramente estaban el papá y la abuela de Chris. Su madre también estaba, supongo que al igual que su padre le incomodaba un poco.
Me bajé del auto a lo que se estacionó. Había muchos aperitivos. Había sushi, pizza, pasteles y otras variedades de delicias. Caminé a saludar los invitados.
-Hola. -dije saludando uno por uno de la familia de Chris. Pero él no estaba.
-Supe que estudiarías medicina, Jamie. -dijo la madre de Chris dándole un gran sorbo a su copa con licor.
No durará mucho si sigue así ¿cuñada?
-Hm... si. -dije mientras saludaba al pequeño Erik -hola pequeño.
-Hola Bruce. -dijo Erik abrazándome -está muy linda señorita.
Reí ante lo que dijo.
-Igualmente. -dije para luego empezar a mirar el lugar, no veía a Chris.
Caminé hacia una mesa donde había ponche. Saqué una copa echándole el líquido.
No muy lejos se veía un chico vestido formal. Estaba parado viendo las olas del mar remojar la orilla de la playa. Serví otra copa caminando hacia él.
-Porque no estas con tu familia. -dije.
-¿No crees que es mucho ponche? -dijo enarcando una ceja apuntando la otra copa.
-Mmm... es para ti. -le entregué la copa. Agradeció y luego tomó un sorbo.
Quedándonos en silencio total. De a poco nuestras manos rozaron, un tipo de corriente recorrió mi cuerpo al sentir nuestras manos tomadas.
Era tan extraño todo. No solo porque era nueva en lo de asuntos románticos, sentía felicidad recorrer mi cuerpo, me encantaba estar cerca de él pero al mismo tiempo sentía miedo.
-Perdóname si en el instituto... fui demasiado impulsivo. -dijo, mientras trataba de entender la frase que había salido de sus labios.
-Hm, no te preocupes. -claro, si eso era lo que realmente decía -no pasa nada.
-Claro que pasa algo Jamie -dijo girándose hacia mí -algo pasa, porque si no, no hubieses tenido ese cambio tan repentino.
Traté de no mirarlo pero él hacía que lo mirara directo a sus ojos quienes brillaban con gran intensidad en esta noche obscura.
-Dime, por favor. -agregó al ver que no respondía -me daña saber qué es lo que te pasa.
-Déjalo así, Chris. -dije tratando de ser firme.
-Cómo puedo dejarlo así cuando te comportas de esta manera.
-Yo estoy bien.
-No lo estas, Jamie. -dijo tomándome del brazo pero sin apretar bruscamente -porque me mientes...
-Yo no te miento Christian ¿es que no lo entiendes? -Dije con tono triste -tengo miedo. Algo en mi dice que puede que me esté enamorando cada vez más de una ilusión, sabiendo que la otra parte de mi te quiere demasiado.
Me miró y su reacción era tranquila, ya no estaba exasperado por saber algo. Quizás tenía razón ¿y si él no me quería tanto como yo lo hacía? ¿Y si conocía otra chica más linda? No puedes decir que no lo hará. Porque las personas cambian o sinceramente nunca llegas a conocerlas.
-Y si peleamos por cosas, qué tal si te enamoras de otra chica. -volví a hablar -encontraras una de mejor cuerpo quizás, una que resalte más y te quiera mucho más de lo que yo te quiero, Chris.
-Pero Jamie...
-Que Chris. -dije, mientras dos lágrimas caían silenciosas de mis ojos.
-Sé que te preocupas por eso, lo entiendo. -dijo mientras miraba la arena -y que tal si peleamos... la idea es seguir después de tantas decepciones. Porque yo a ti te quiero demasiado y por si llegara otra chica con mejor cuerpo no podría compararte porque la belleza está en tu ser Jamie, no digo que seas una persona fea porque eres maravillosamente la mujer más hermosa que he conocido en toda mi vida. Los ojos son ciegos, por eso hay que buscar con el corazón -me miró a los ojos sonriendo de la forma más sincera que antes había visto -siempre lucharé por ti... jamás te dejaría sola.
Me abalancé a él dándole un abrazo. Mientras el colocaba sus manos en mi cintura me acerqué más a él sin soltar nuestras copas. Me sentía refugiada, querida, con la sensación más linda que antes había tenido.
-Te quiero. -le susurré, para acto seguido mirarlo.
-Y yo a ti... -en sus ojos se reflejaba un amor del cual nunca había visto más intensificado en su mirada.
Me acerqué a él juntando mis labios sobre los suyos. El beso fue algo tierno y significante a medida que pasaba el tiempo, lleno de cariño y amor, luego separándonos pero sin apartarnos de nuestras frentes.
-¿Quieres... ir a bailar? -interrogó.
-Claro señor Ainswort. -dije riéndome.
-¿Me permite? -dijo colocando el brazo para poder agarrarme de él de forma caballerosa.
Asentí para después volvernos a la fiesta donde todos nos estaban tomando fotos, otros conversando y por supuesto. La mamá de Chris con la jarra de ponche en las manos.
Mamá se acercó a nosotros y luego exclamó.
-Quiero hacer un brindis por mi hija y por este caballeroso hombre que nos ha traído a la familia. Y quisiera decir que estoy muy orgullosa por ello. -dicho esto alzó la copa lo que todos brindaron.
Mamá se acercó a mí para darme un abrazo y luego entregarme una pequeña cajita de regalo.
-Lo siento, Victoria no pudo venir. -dijo para luego ir donde estaba mi padre.
Miré la cajita donde yacía el nombre de Vick quien no había podido venir.
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Capítulo dedicado para AileenMedinaG.
13/11/15 - 17/11/15
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Cree en ti.
Novela JuvenilLa vida trae diferentes problemas, y a veces, no todo gira alrededor de ti. A Jamie le tocará pasar por algo mucho más que amistad, amor, y conflictos. Atente a las consecuencias, las verdaderas amistades no son fáciles de olvidar, y tampoco muy di...