Capítulo 11: Elvis Presley

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Un mes después

Ya había pasado un mes, un mes sin Beth, sin alguna señal, sin alguna pista y sobretodo sin algún tipo de esperanzas.

Los padres de Beth ya se habían resignado a su búsqueda, su fe estaba totalmente perdida. La policía continuaba buscando sin éxito y yo me mantenía fingiendo, mintiéndole a todo el mundo y sin demostrar ningún tipo de confianza hacia nadie.

Sin olvidar que yo también me quedaba sin esperanzas.

Continuaba con Anni creyendo que habría la posibilidad de que pudiera encontrar alguna pista; seguía vigilando a Will de cerca y de resto, por así decirlo, trataba de tener una vida normal.

Mientras tanto en el pueblo el padre de Anni había adquirido una fama tal, que la empresa se había expandido no solo aquí si no en otras ciudades donde se habían abierto sucursales. Y lo peor del caso es que ahora mi padre trabajaba para él.

Tantas cosas en tan solo un mes, me asombraba la idea de cómo el tiempo pasaba tan rápido.

Y me jodía más que todo fuera un misterio difícil de descifrar, que no importara todo lo que intentara, nada parecía encajar.

Estaba a punto de dejar todo y olvidarme de Beth para siempre, pero al final no podía hacerlo. Tal vez porque era un idiota y aun seguía perdidamente enamorado de ella y me enfermaba tan solo pensar que Beth podría estar en cualquier lugar sufriendo.

Realmente todo empezaba a nublarse.

Quedaba una semana de escuela así que no había mucho que hacer, merodeaba por los pasillos en busca de algo en que entretenerme aunque realmente no habían muchas opciones. Era observar a las chicas practicando sus maniobras y bailes para el juego que se acercaba, o buscar algún sitio para manosearme con Anni.

Suspiré frustrado, realmente no tenía ganas para ninguna de las dos opciones.

-Hey Joven- Llamó el conserje.

Me volteé perezosamente.

-Tú y la señorita Parker eran amigos, ¿no?

Asentí.

Me observó durante unos segundos entrecerrando los ojos y asintiendo sacó unas llaves de su bolsillo. Abrió el casillero de Elizabeth y se dirigió a mí.

-Odio decirte esto muchacho -Suspiró.- Pero ya no tiene sentido que sus cosas sigan aquí.

Me acerqué y observé el interior del casillero detenidamente.

-Así que... si fueras tan amable de llevarle sus cosas a sus padres, sería de gran ayuda- Dijo algo incómodo y se fue.

Lo miré estupefacto.

Volví hacia el casillero, solo se encontraban un par de libros, posters, fotografías y un suéter. Observé las fotografías, algunas eran con Anni y con el idiota de Will. Justo al final había una de nosotros dos.

Sonreí al verla, era reciente. Nos encontrábamos en la cafetería seguramente celebrando algún partido que los chicos hubiesen ganado.

Tomé las cosas y las guardé en mi bolso. Seguí caminando hacia ningún lugar en especial y a lo lejos pude ver al detective hablando con el prefecto, mientras anotaba algo en una libreta.

Di la vuelta y me dirigí hacia las gradas, me senté algo fastidiado y mire todo a mí alrededor. No quería ser objeto de preguntas en este momento por el detective.

Sencillamente no tenía ganas de nada, desde que Elizabeth ya no está es como si nada tuviera sentido.

Suspiré frustrado.

Desaparecida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora