Desaparecida?

Capítulo 22: La Verdad Mata

-Señorita Sanders, sabemos que usted dijo una versión de los hechos en la comisaria del pueblo. Usted alegó que era totalmente cierto lo que vio, así que por favor proceda a contar la historia.

Pasó saliva y se revolvió en su asiento.

-Eran las 5 de la mañana del 6 de mayo del 2014, empezaba a amanecer y me había levantado vomitando debido a los tragos de la fiesta del día anterior. Todo estaba en silencio, aun mi madre no despertaba así que decidí conciliar el sueño por lo menos hasta la hora de ir a la escuela...

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Me dirigí a mi habitación pero por alguna razón no podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama. Así que me levanté y fui a la cocina a buscar un vaso de agua.

Abrí el refrigerador y tomé la jarra, miré el resto de lo que se encontraba dentro y suspiré. Ya tendría que hacer las compras.

Me disponía a subir cuando entonces escuché un grito breve fuera de la casa, me estremecí y me dirigí a la ventana que estaba justo al lado de la puerta principal.

Se trataba de John, el mejor amigo de Trevor y estaba Elizabeth y Will.

-¿Pero qué?

Vi como John impactaba su puño contra el rostro de Will varias veces, Elizabeth trataba de impedirlo pero era inútil.

-¡John por favor detente!- Dijo en medio de un sollozo.- ¡No le hagas daño!

-¡Todo es su culpa! ¿Acaso no lo ves?- Se levantó y lo dejó inconsciente, tenía las manos ensangrentadas.- Quiere que te vayas de aquí, te está metiendo cosas en la cabeza.

-No John, fue una decisión que yo misma tomé. El no tiene nada que ver...-Lo tomó por los hombros y se acercó mirándolo con cautela.- Déjame ir, estaré bien.

La miró durante breves segundos y luego su vista se dirigió a Will que se encontraba inconsciente en el suelo, su rostro estaba magullado por los golpes. Vio la camioneta azul oscura estacionada frente a ellos y de nuevo su vista se dirigió a Elizabeth.

Ella dio un paso hacia atrás como si tuviese miedo.

-John... tus ojos...

-No permitiré que te aleje de mí.

Habló como si fuese otra persona, su voz me heló la sangre.

Entonces todo sucedió rápidamente, él tomó a Will y lo lanzó dentro del maletero del auto. Elizabeth trataba de impedirlo, gritaba, lo golpeaba por la espalda pero él la ignoraba.

Quería detener todo esto, no sabía porque actuaba de esa manera.

Entonces se volvió estrepitosamente.

-¡Eres mía!- Dijo muy cerca de ella.

Alzó el puño y lo estrello en su rostro, cayó inmediatamente inconsciente. Ahogué un grito y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, no podía creer lo que acababa de suceder.

Tomó a Elizabeth y la colocó en el asiento trasero, al cerrar la puerta volteó a la casa y notó mi presencia. Me miró a los ojos, eran los ojos más oscuros que hubiese visto, sentí miedo. Sostuvo la mirada y luego se adentró en el auto y aceleró a fondo desapareciendo.

Mis rodillas flaquearon y caí en el suelo, ¿Cómo nadie logró darse cuenta?

-Oh por Dios...