Desaparecida?

Capítulo 12: Atando Cabos

Llegué a casa aturdido, subí directamente las escaleras sin hacer caso omiso de mi madre que ya hacia la cena. Me encerré en mi habitación y lancé salvajemente el bolso contra el suelo, sentía el temblar de mis manos debido a la rabia y trataba de controlarlo, así que respiré hondo y me dejé caer en la cama.

Todo lo que pensaba era en Elizabeth y en el Señor Parker, pero sobretodo en el maldito de Gregory. Me preguntaba cómo había tenido tanto éxito con su plan de ser ascendido y claro estaba, habían sobornado a Bob ¿Cómo no me había dado cuenta? Algo no parecía encajar, ¿Qué relación tenia con Elizabeth y su desaparición?

Todo era confuso.

Me coloqué de lado y apreté la almohada, drenando las últimas gotas de rabia y cerré los ojos.

Beth...como me gustaría que estuvieras aquí.

Quisiera encontrarte.... pero ¿Qué es lo que no estoy viendo?

Rápidamente me quedé dormido.

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-¿Elizabeth?-Pregunté confundido.

Me encontraba en uno de los pasillos de la escuela, era de día pero se notaba que estaba nublado pues no entraba mucha luz. Sonó el timbre y en eso todos salieron de los salones de clase haciendo una gran estampida, pasaban apurados y se tropezaban unos con otros. Al fondo noté a Elizabeth inmóvil parada al final del pasillo, me adentré en la multitud intentando pasar.

-¡Elizabeth!- Grité pero parecía que no me escuchaba, de repente se dio la vuelta y empezó a dirigirse afuera.

Intentaba llegar a ella, pero las personas me lo impedían.

Me apresuré y cuando pude llegar la tomé por el brazo.- Elizabeth- Ella volteó, tenía la mirada gacha.

Miré a nuestro alrededor y todas las personas habían desaparecido, ya no se encontraba nadie.

-Qué- Respondió.

-Te he estado buscando, ¿En dónde has estado?- Le dije preocupado.

-Por ahí- Se encogió de hombros esta vez mirándome estupefacta.

La miré extrañado y sacudí la cabeza.

-Te encontraré- Dije decidido.- Lo prometo.

Frunció el ceño.- ¿De qué hablas? He estado aquí todo el tiempo.

-¿Qué? ¿Dónde?

-Tú lo sabes, eres el único que puede encontrarme- Me tomó por los hombros y me sonrió.

-Pero dime algo, ¡una pista! No lo sé Beth, nada encaja y ya estoy perdiendo la cabeza- Dije desesperado.

Me observó atentamente y negó con desaprobación.

-¡Aléjate de mí!- Me empujó y sus ojos se aguaron.

La miré confundido, realmente no entendía que sucedía.

-Sólo tú puedes- Dijo entre lágrimas.

Quité las lágrimas que caían por sus mejillas y ella solo me miraba con decepción.

-Haz algo-Dijo.

Fruncí el ceño.

-Pero...

-¡HAZ ALGO!- Gritó.

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-¡John!