Capítulo 2: Sin pistas

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Viernes, 9 de mayo del 2014

Sin pistas de Beth, no había encontrado nada. Hasta ahora solo tenía la bufanda y su gancho para el pelo.  Miré el escritorio frustrado.

Me levanté a desayunar, estaban mis padres hablando en la mesa.

-¿Tan temprano al trabajo?-Pregunté a mi padre bajando las escaleras.

-Si, me llamaron para cubrir el turno de Gregory- Rodó los ojos bebiendo el café.

Asentí confuso.

-¿Los Parker han dado noticias John?-Dijo observando el periódico.

-No, aun no saben nada-Dije con la cabeza baja.

Me miró de reojo y apretó mi hombro. Mi madre se levantó a lavar los platos.

-Tranquilo hijo la encontraran, la policía ya está en eso-Me sonrió.

Fruncí el ceño y rodé los ojos con una sonrisa.

-¡Vamos! Esos tipos no están haciendo nada, son unos inútiles que lo único que saben es emborracharse. ¡No les interesa!-Dije casi gritando y golpeando la mesa.

Se sobresaltaron los dos, mi madre dio un paso hacia atrás y mi padre quedo inmóvil. Yo me encontraba de pie y la silla se había volteado, la arreglé y me senté de golpe intentando terminar mi desayuno. Ese asunto me molestaba sobremanera.

-John,relájate un poco...¿Como que lo único que hacen es emborracharse?-Dijo confundido.

-El otro día me pase por la comisaria y adivina que me encontré-Dije riéndome amargadamente.-Al detective borracho junto otro policía y ¿Sabes que es lo más gracioso de esto?-Los mire a los dos.-Que ni había abierto el expediente de Elizabeth, es mas el muy hijo de puta dijo que lo dejaría para la próxima semana...- Me coloqué pie y tiré los platos en el fregadero.

Se quedaron mudos.

-Son unos buenos para nada...-Negué con la cabeza.

-John...-Dijo mi madre acercándose temerosamente.-¿Tomaste tus pastillas?

Respire hondo y me acerque a ella.

-No las necesito-La mire seria.

-Tienes que tomarlas, el doctor dijo que...

-¡Te dije que no las necesito!-Grite haciéndola cerrar la boca de golpe.-Ya estoy bien...

-Pero hijo...

-¿Acaso no entiendes? Estoy bien, y no tomaré las estúpidas pastillas-Dije agarrando mi bolso y tirando la puerta.

¡No los entiendo!

Había tenido otra recaída hace un mes. Mi psiquiatra me recetó estas pastillas que me hacían dormir casi todo el tiempo y otras que me hacían delirar. Deje de tomarlas por eso, no estoy loco. Ellos dicen que es necesario, pero siempre lo exageran todo. 

Suspiré frustrado.

Me encaminé a la parada del autobús, vi a los lados y no había rastro de ninguna persona. No podía creer que ninguna persona haya visto a Beth, es obvio que la secuestraron fue aquí, eso explica la bufanda tirada en el suelo. Alguien tuvo que haber visto.

El autobús no llegaba, los recuerdos me invadieron.

Teníamos 12 años...

Beth tomó mi brazo y se dirigió a nuestras bicicletas que estaban en el jardín de su casa.

-Ven, vayamos al parque-Me dijo sonriéndome de lado.

Desaparecida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora