-John, tienes visitas- Escuché la voz del vigilante.
-No quiero ver a nadie.
No sabía porque pero estaba de un maldito mal humor, quería que todos se fueran a la mismísima mierda.
-Es tu madre y ella exige entrar.
Suspiré frustrado y abrí los ojos, me senté recostándome de la pared.
-Claro- Dije borde.
Se abrió la puerta dejando ver a mi madre. Había pasado una semana desde la última vez que la vi cuando habló sobre mi historial médico. Ya no lloraba pero los signos de tristeza se habían vuelto parte de ella, casi como si hubiese sido siempre así. Una maldita llorona sufrida.
-Mamá.
Me miró despectivamente durante un largo tiempo, se cruzó de brazos.
-¿Qué quieres?- Rompí el silencio.
Buscó algo en su bolso y sacó lo que era una bufanda rosa y un gancho para el cabello.
-¿Qué es esto?- Se asomó un tono de voz irritado.
Sonreí.
-Pertenecen a Elizabeth.
Apretó la mandíbula y respiró profundo.
-¿Por qué tenias esto en el cajón de tu habitación?
Suspiré cansado.
-Ella lo llevaba puesto el día en que ocurrió todo, con el forcejeo cayeron al suelo y no hice más que tomarlos- Me encogí de hombros.- ¿Es todo?
Me miró estupefacta y su manos cayeron hacia los lados...Me dio la impresión de que se sentía acabada, como si ya no tuviera fuerzas para nada más.
-¿Estás bien, mamá?- Mi tono de voz cambió, soné preocupado. Por un momento pareció importarme.
Alzó las cejas y su rostro se sensibilizó, ahogó un sollozo haciendo que sus ojos se aguaran.
-Tú no pudiste... John...
Reí perplejo, estaba cansado de esto.
-No eres la primera ni la última persona que cree que fui incapaz de hacer todo lo que hice...- Me burlé de su inocencia.- Todavía piensas que soy ese John... El niño tranquilo, dulce y cariñoso. ¡Pues no mamá, despierta! Él se fue, ya no existe. ¿Por qué es tan difícil de ver?
Se quedó muda como si hubiese visto un fantasma.
-Ah... ya lo sé. Es que no pueden aceptar que yo, su hijo, sea diferente.
Negó y sorbió por la nariz.
-No sabes cuánto sufrimiento nos has causado, tu padre ya no quiere verte...
Reí sonoramente.
-¡Pues bien! Yo tampoco quiero verlo... No tengo deseos ni de verte a ti. ¿Crees que quiero unos padres que no me aceptan? ¿Qué me tratan de loco solo porque no soy lo que ellos esperaban?
-¡Basta maldita sea!- Gritó.- ¡No lo soporto más!
Sonreí sorprendido. Nunca había tenido el valor de gritarme así.
-Tú no estás bien ¿De acuerdo? ¡Me aseguraré de meterte en una institución mental si es necesario pero volverás a ser el John de antes!- Habló totalmente alterada.
Me acerqué e hice puchero.
-Intentas cambiar algo que no puedes- Acaricié su mejilla.- No puedes salvarme...
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Desaparecida?
General FictionElizabeth ha desaparecido y John hará lo posible por encontrarla. Sin embargo, luego de sus recaídas ¿Lo logrará o caerá en los vacíos de su mente? No confiar es la mejor opción. Atención: Esta historia contiene lenguaje y algunas escenas explícit...