Capítulo 28.

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-¡Que no entra, Lucía!

-¿Como no va a entrar? ¡Claro que entra! ¡Aguanta el aire y mete culo, Nora!

-¡Que te digo que es imposible meter más culo!

-¡Pues tira más fuerte, joder!

-Que no, que me rindo. -le digo resignada mientras me tiro de espaldas a la cama.

-¿Pero este es el traje que te compraste para Halloween de este año y al final no te pusiste, no? -me pregunta, sentandose a mi lado.

-Lo sé. Esto es culpa de tu novio y sus amigos, tanta cerveza y tanta pizza me han hecho engordar, y eso que gracias a Vegettoide he salido a correr un montón y he vuelto a ir al gimnasio.

-Que vas a haber engordado tú, lo que tienes es mucha tontería. Anda levantate y probamos otra vez.

Le hago caso y me pongo en pie. Agarro las mallas y tiro hacia. arriba. Entro sin problemas.

-¿Ves? ¡Solo hacía falta que te relajaras! El estrés te hincha, amiga mía. -me río al oirla y voy a buscar el resto del disfraz.

-Ayudame a colocarme la parte de arriba.

-Cuando Rubén te vea, le va a dar un infarto Nora, estás que te mueres. -me dice Lucía mientras me aprieta fuerte el corsé.

-Más le vale. Con lo ajustada que voy y el calor que tengo... al menos es relativamente cómodo. -me levanto el pelo para que pueda abrochar bien la espalda. -Bueno, me ondulo el cabello y listo. No voy a llevar el casco casi nunca.

-¿Me dejas en casa de mi chico antes de ir a por Rubén? Tengo el coche allí.

-Ay el Cheeto... que daño nos ha hecho. -le respondo riendo.

-No te metas con nosotros, le quiero mucho, ¿vale?

-De acuerdo gladiadora sexy. -le grito, refiriendome a su disfraz, mientras entro al baño para terminar de arreglarme.

-No sirven de nada tus piropos, no me llevaras al lado oscuro. -y mi amiga me guiña un ojo antes de tirarse en la cama.

(.......)

Paro en frente del portal de Rubén cuando aún no ha bajado. Le envío un mensaje con varios insultos, acompañado de un emoji enfadado.
No es que me importe esperarle, ya que normalmente soy yo la que llega tarde, pero entre el disfraz apretado, los nervios que tengo, y que llevo un abrigo encima para que no vea como voy vestida, me estoy asando.
He preferido taparme porque ya que me he puesto tan "provocativa" para él, lo mínimo es que sea una sorpresa, así que como mucho, puede ver el cuello alto negro que se asoma y el maquillaje oscuro en los ojos.

Repiqueteo con los dedos en el volante al ritmo de la voz de Jared Leto cuando por fin aparece.

Una sonrisa inunda mi cara al ver su rostro, aunque se transforma en una carcajada enorme al ver de que va disfrazado de Robin.
Se mete dentro del coche y cierra de un portazo.

-Buenas noches. -me medio susurra antes de acercarse y darme un beso en la mejilla.

-Preferiría que me comieras la boca, pero gracias, igualmente. -le digo divertida antes de arrancar.

-Lo sé, pero si empiezo ahora, no podré parar, y supongo que no querrás que te bese delante de toda la fiesta. -su tono de despreocupación me relaja, aunque me decepciona saber que no puedo besarle hoy, aunque es mi culpa, soy yo la que no quiere algo serio.

-Yo quiero que me beses siempre. -le digo, aunque tan flojito que ni me oye. Unos segundos después, rompe el silencio.

-Oye, y tú, ¿de qué vas disfrazada? ¿La mujer del abrigo? -se autoresponde riendo como un niño pequeño.

Tu tan de Ron y yo tan de Vodka. [Rubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora