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¿La amas?


- Podrás venir conmigo tal vez-. Sonríe.

- No-. Niego con la cabeza y Tomo asiento en la reposera a su lado. - ¿La amas?-. Le pregunto.

- Si, eso creo-.

- Entonces ve-. Tomo una toalla y la paso por mis hombros. Definitivamente no estaba tan relajada como para seguir dentro de la pileta.

- ¿Estás segura?-. Sonríe emocionado.

- Si-. Susurro y me encogo de hombros. Me besa la frente y me abraza.

- Eres la mejor -. Dicho esto corre dentro de la casa. Suspiro un poco desepcionada a decir verdad. Voy a extrañarlo.
De todas formas a Aleisha la puede ver durante todo el año, viven en el mismo barrio. Pero bueno, si ambos quieren verse ahora.

Me acuesto en la repostera, seco algo mis manos y tomo el celular.

Siento como si se fueron un poco mis ánimos.
Trato de distraerme con el celular y abro la red social snapchat. Me saco una foto divertida sacando la lengua y otra sonriendo mientras muestro mi traje de baño con el texto "resfrescooo". Luego otra haciendo pucheros y escribí " Luke se va, lo voy extrañar horrores".
Observo una que otra red y lo apago.

Me levanto y camino hacia dentro de casa.

- ¿Luke?-. Exclamo desde la planta baja para ver dónde se encontraba.

- Arriba en tu cuarto -. Exclamó él de regreso. Subo las escaleras rápidamente y entro a mi habitación.

-Y eh...-. Comienzo a hablar. - ¿A qué hora piensas marchar?-. Pregunto tomando una de mis remeras largas con transparencia. Son típicas de playa. Aunque aún estaba mojada.

- Termino de empacar, y tomo viaje al aeropuerto, en lo posible ahora-. Dijo sentándose encima de su primer valija, cerrando el cierre. - No sé como llegar. ¿Crees que puedas llevarme?-. Me observa atento.

Comienzo a dudar.

- Mhm, supongo que puedo pedirle prestado el auto a mi vecina-. Arrugo el ceño. No quería que se valla.

- ¿La linda pelirroja? -. Sonríe. Lo observo atónita.

- Luke iras a ver a Aleisha, no molestes-.
Exclamo algo ofendida con él mientras le lanzo un cojín.

— No te enojes-. Hace pucheros. Rode los ojos.

— Empaca rápido, no quiero seguir viendote sabiendo que te vas -. Arrugo el ceño y observo el suelo mientras juego con mis pies.

— Sabes que eres la persona más importante para mí. En poco tiempo te convertiste en lo mejor -. Se sienta a mi lado. — Te voy a extrañar-. Me abraza. Suspiro frustrada.

—Duele un poco admitir que irás con Aleisha, creí que íbamos a pasar más tiempo juntos, no te veo mucho durante el año Luke, ella puede estar contigo cualquier día de la semana-. Muerdo mi labio. Él se separa.

— Lo sé, lo entiendo. Pero escucha. Puedes venir conmigo-.

— No es tan fácil. Tengo que buscar dinero para el pasaporte y los boletos están muy caros aquí-.

Luke me observa un poco triste y vuelve a empacar las últimas cosas.

— Lo siento en serio- muerde su labio inferior.

Yo sólo asiento.

— Descuida-. Me encogo de hombros.

Bajo y camino hasta la casa de la vecina. Camine tranquila y toco su puerta.

— ¿Si?-. Pregunta abriendo la puerta. — Oh hola Clara, ¿cómo estas?-. Sonríe.

— ¿Bien y tú? Venía a pedirte si podrías hacerme un favor-. Ruego.

— Si, estoy bien. ¿Qué necesitas?-. Habla amable.

— Necesitaría tu auto. ¿Recuerdas a luke? Necesito llevarlo hasta el aeropuerto, y no tengo el auto de mis padres-.

— Oh si, el australiano, toma el coche si quieres. Hoy no voy a hacer nada.- sonríe. - si quieres puedes venir más tarde a casa, podríamos ir a la piscina-. Me entrega las llaves. Le sonrío.

— muchas gracias-. Le agradezco. Ella se encoge de hombros.

— No hay de qué. Manda saludos de mi parte-.
Asiento y corro a la casa, subo las escaleras y camino a mi habitación.

— Clara-. Me llama Luke.
Me paro y me apoyo en el marco de la puerta. — Ya termine. Fue bastante rápido-.
Asiento y comienzo a vestirme, no me molestaba que él estuviera viendome ya que sólo dejo mi traje de baño debajo.

— Bien, vamos-. Digo tomando una de sus valijas. - Esto pesa-. Me quejo.

— No la lleves, la llevo yo-. La toma y bajamos las escaleras.

— Realmente se nota que estas llendo al gimnasio-. Se queja. Yo río.

- Gracias, supongo-. Sonrío y cierro la puerta.
Una vez que terminamos de subir las cosas al auto marchamos al aeropuerto, que vale aclarar que queda como a una hora de aquí.

(...)

Estábamos tan solo a unos metros. Luke sólo hablaba de Aleisha y no paro no un segundo de ello, en todo el viaje, vale aclarar y juro que hice un esfuerzo de no tirarlo por la ventanilla. Entendió que era tiempo de que se callara cuando subí el volumen de la radio, casi al máximo.
Estaciono con uno que otro problema, nada importante, y luke se baja, al igual que yo.

— Gracias-. Vuelve a agradecer. Me encogo de hombros restándole importancia.

— Se que tu harías lo mismo por mi-. Le sonrío. Él hace una mueca.

— No, de hecho no-. Sonríe inocente. — No dejaría que vallas con otro chico-.
Ruedo los ojos.
Termina de bajar su equipaje y caminamos hasta la ventanilla de compra de pasajes.
Yo sostuve sus valijas y él fue a pedir el dicho papel.
Luego de 20 minutos Luke vuelve.

— Tuve suerte. En dos horas es el próximo. Con los controles y demás líos, llego-. Me abraza. —Voy a extrañarte-. Susurra contra mi pelo. Lo abrazo de vuelta.

— Llámame cuando llegues-. Le ruego. Él asiente.
No voy a llorar. No.

Vuelo hacia Europa, en una hora, por favor, dirigirse a la central de controles, por motivos de una mejor atención y seguridad. Gracias por elegir nuestra compañía”.

Escuchamos  una irritante voz apenas entendible, decir por los micrófonos.

Abrazo aún más fuerte a Luke.

— Ya te iras-. Susurro contra su pecho. Él acaricia mi cabello y toma mi rostro.

— Escucha-. Observo sus ojos celestes y siento que ya no hay nada más. — Observa debajo de tú cama. Te dejé un regalo-. Sonríe a apenas, y asiento. Besa mi frente.

— Adiós, te quiero-. Se aleja.

— Yo también-. Exclamo. Él sonríe y se apresura a su viaje. Yo acaricio mis brazos y me doy la vuelta. Camino a paso lento hasta el auto.
Lo voy a extrañar feo, muy feo.

Entro al auto y apoyo ni frente en el volante.

Necesito descansar y procesar lo de recién.

Se fue.

Cierro los ojos.

Se fue.

Suspiro rendida y busco mi celular para poner música en el estéreo por medio de Bluetooth.

Finalmente lo encuentro en el asiento de copiloto, junto a una sudadera de Luke. La tomo y la abrazo. Tiene su aroma.

Sólo me largo a llorar y golpeo mi frente contra el volante.

Por qué me duele tanto admitir que va a poner adelante a la persona que realmente ama.

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FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora