Friends

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No quiero hablar

Los chicos habían dejado de tocar abajo, podía escuchar como los instrumentos dejaron de sonar hace unos quince minutos. Si aún no se mataron ya que no los vi subir, deben estar hablando de algunos arreglos, o tal vez por primera vez finalizada, una canción.

Mí comodidad era profunda como mi mí cuerpo unido entre los cojines del sofá. Iba por la tercer temporada de Gossip Girl, tuve que comprar toda la serie desde la temporada segunda por CD's ya que no pude seguir viéndola, sólo se pasaba por un canal que aún no llegaba a mi país.
Sentí unos pasos a mis espaldas y me di la medida vuelta para ver un grupo de chicos que me sacan sonrisas siempre.

A excepción del rubio, que varía la cosa.

- Gossip toda la tarde-. Ríe Michael y camina hacia la puerta, sin más saludos ni nada por el estilo.

Yo también te quiero Michael, cuídate, adiós.

Calum subió las escaleras y Ashton y Luke hablaban muy animados, así que no me rendí a nada y seguí observando mi serie.

Pasaron unos quince minutos en los que las risas y palabras cesaron, siendo reemplazadas por pisadas a la lejanía y otras a mi cercanía.
Elevo la mirada y sus ojos brillantes me observaban con felicidad.
Me produce ganas de abrazarlo.

- Estoy feliz por estar tomando el asunto serio realmente, todos en sintonía, sintiendo el ritmo-. Ashton se sienta a mi lado y le sonrío.

Mientras tanto mi vida apesta.
La primera vez que los chicos logran tocar bien y yo no estuve con ellos, significa que soy el amuleto de mala fortuna.
Lo observo unos segundos y él gira la mirada por mí rededor; computadora con los chats abiertos, papeles, dos cuadernos, mí preciosa agenda, lapiceras y la colección de Gossip mezclada entre todo aquello.
La pequeña mesa daba asco.

- Iba a preguntar qué hacías pero creo que ya lo sé-. Hace una mueca graciosa y no puedo evitar reír. Me hecho hacia atrás del sofá y me quedó observando al techo.

- Esto apesta-. Bufo intranquila. Él recuesta su cabeza a cercanía de la mía y no puedo evitar girar el cuello y bajar hacia abajo para undir más mi cuerpo, a su altura.

- No puedes vivir depresiva por algo un poco insignificante, tiene muchos lados positivos-. Marca una ceja. - A ver, déjame adivinar-. Tuerce de lado su boca y yo achique mis ojos divertida. Él sonríe. - Seguro tomaste valor, tomaste la computadora y quisiste hablar con tus amigos por apoyo moral, y arreglar los problemas con tu familia, asumir  finalmente tus responsabilidades-. Me perdí en sus oyuelos para ser sincera.

Él iba en lo correcto.

- Cuéntame más-. Guiño un ojo.

- Te quedaste bloqueada, así que desviado el rumbo, tomas tus cuadernos para ver si podrías repasar algo para comenzar el año y sentirte segura de que todo va a estar bien-. Eleva la vista tratando de pensar mejor y vuelven sus ojos a los míos. Asiento divertida y confundida. - Entonces agarras tu preciada agenda y te quedas deprimida al no ver ninguna actividad productiva en ella como todos los años-. Rueda los ojos. Y yo le pongo cara de pocos amigos.

- Eso no es cierto-. Me defiendo con mueca de recién haber mordido un limón. Muerde su labio divertido y yo bufo.

Lo peor es que si es cierto.

- Ya frustrada y negada tomaste Gossip Girl para gastar tu tarde y ocupar tu cabeza, pero no te sirve -. Da un chasquido con su lengua y yo arrugo mi nariz, estaba molesta porque es la verdad pura.
Observo su mejilla unos segundos ya que no tenía nada más cerca al alcance de mis ojos. La pierdo de vista en cuanto sus labios chocan contra mí nariz, lo empujo sonriendo y estira sus brazos.