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Call


Enero 23, 2011, 04:45 am.

Sequé mis lágrimas una vez más y lanzo mi teléfono lejos, el cual volvió a sonar, pero no atendí.
Sonó unas dos veces más, y temí de que los chicos despertaran. 
Si, otra vez estamos de pijamadas.
Observo la pantalla y era Joaquín esta vez.

— ¿Qué?-. Pregunto dura.

— Tranquila, escucha, sé lo que sucedió en la fiesta de hoy, no te preocupes, y sobre el accidente de Manuel, él esta bien, tranquila, estoy en el hospital con él-. Habla apurado. Yo sollozo. — Nada es culpa tuya-. Habla con un tono enternecido.

— Él me llamó, ayer por la tarde, estaba algo pasado de copas-. Comencé a hablar. — Me dijo cosas lindas, luego horas más tarde volvió a llamar, y escuché como chocó, los gritos, es todo mi culpa-. Sollozo y tiro mi cabello con nerviosismo.

— No es tu culpa, tú no le pediste que llamara.  ¿Te llamó Ariadna verdad?-. Preguntó algo molesto. Yo asiento lentamente pero no pude contestar. Sollozo nuevamente y tapo mi boca para aguantar un próximo. — Clara...-. Alarga.

— Si me llamo-. Exclamo por lo bajo. — Maldición, si lo hizo-. Tomo mi cabello y golpeo el sofá, largando de nuevo en llanto.

— Escucha, todos sabemos que ella te odia por el hecho de que Manuel aunque sea su novio aun te ame a ti ¿ si?-. Comenzo a explicar. — Pero no vas a dejarte derrumbar por una persona que lo único que quiere hacer a una chica tan dulce, diferente, especial y que está tan presente en los demás, realmente nunca vi chica de tanto carácter como tú,  a lo que ella quiere hacer de ti, miserable, depresiva y solitaria-. Marca las últimas palabras. — Tiene envidia tal vez, no lo sé, pero olvida lo que haya dicho-. Marca firme. Yo sonrío a cuestas y corro algunas lágrimas.

— Ella dijo cosas horribles...-. Sollozo.

— Sé que ella dijo cosas horribles-. Exclama molesto. —¿Le darás el gusto de verte sufrir?-.

— No, lo siento-. Muero mi labio inferior.

— No lo sientas, tienes que decirlo, no merece ningún gusto de mi parte-. Ríe sin ganas. Yo suspiro.

— No merece ningún gusto de mi parte-. Susurro. Él ríe y festeja, lo que me hace sonreír.

— Me llaman, luego hablamos-. Habla con rapidez y corta la llamada, la línea queda abierta y corto  Escucho algunos ruidos que parecían provenir de la cocina y me sentiría muy incómoda si es algún familiar de Calum. Me levante del sofá y con mi teléfono en mano, comencé a caminar hacia las escaleras, la puerta de la cocina estaba abierta, pude observar y reconocer la espalda de Calum.


— Calum-. Susurro tocando su espalda suavemente. Lo siento estremecer.

— Maldición-. Exclama por lo bajo.

— Lo siento-. Sonrío levemente y se das la vuelta. Me observa a los ojos y me abraza.

— Sólo me asustaste linda-. Acaricia mi espalda. — ¿Qué te sucedió?-. Susurra en mi oído y suelto algunas lágrimas.

— Deberías de estar durmiendo-. Niego con la cabeza.

— Tuve una pesadilla, tengo algo de temor, no puedo dormir-. Acaricia mi cabello y ríe. — Tú casi me terminas por matar-. Yo río. — Pero creo que lo tuyo fue algo más que una simple pesadilla, tal vez dos veces en la vida que te tuve frente a mi en este estado, y odio eso-. Se separa con cuidado y puedo notar cuanta preocupación tiene en una mueca de su rostro.

— Es una larga historia-. Arrugo mi nariz. Me toma por la cintura y me arrastra a las escaleras.

— Tengo tiempo-. Comenzamos a subir las escaleras.

(...)

Sentí una pesada y abrumadora nube de gritos, además de una molesta pasad de rayos solares. Me removí incómoda en la cama y abrazo la almohada, así como siento que me abrazan de la cintura.
Arrugo el ceño confundida. Escucho una serie de blasfemias pero estaba lo suficiente dormida como para seguir intentando dormir.
Sentí una respiración en mi cuello y sonrío ya que me causa cosquillas.

— Maldición Calum, ¿Te puedes levantar?-. Escucho esta vez la voz de Michael.

— Aquí no esta-. Me quejo y me doy la vuelta. Siento un par de labios en mi mentón y abro los ojos de inmediato. — Mierda-. Exclamo separándome de inmediato y tomando asiento. Todo mi cabeza. Dolía más de lo común.

— Yo no puedo creer que estén llegando tarde a algo tan importante para nosotros como lo es esto-. Negaba desprobador Michael. — Ambos, ¿Cómo pudieron? Nunca creímos algo así-. Golpea el costado de su pierna.

— Te creía diferente, pero eres igual a todas-. Me apunta Luke. Achino los ojos.

— ¿Disculpen?-. Me cruzo de brazos. — Nos quedamos dormidos, es algo que suele pasar-. Me quejo.

— ¿Que sucede?-. Masculla Calum intentando tomar asiento sobre la cama mientras frota sus ojos. Pega un bostezo y recuesta su cabeza en mi hombro.

—¿Qué sucede? Esto sucede-. Eleva sus cejas Luke y coloca una mano en la cintura. — Resulta que mis mejores amigos son egoístas, no piensan en sus otros amigos-. Hace énfasis en las últimas palabras. — No quiero imaginar lo que hayan hecho, pero duele ¿Saben? Parece que no-. Niega. — ni siquiera nos dijeron sobre lo de ustedes-. Sus mejillas se tornaron algo rojas y podía suponer dos cosas,  lloraría o está estallando. — Saben lo que es para nosotros esta banda, saben todos los problemas que hay con cosas como éstas, y no quiero pensar si están enamorados, o lo que sea-. Nos apunta.

Marco una ceja y me cruzo de brazos.

— ¿Disculpa?-. Empujo a Calum, el cual se levanta de golpe. Luke abre enormes sus ojos como si fuera algo obvio de lo que habla.

— Ustedes están creyendo que Clara y yo...-. Calum comienza a explicarse para sus adentros sus palabras, buscando alguna cierta afirmación de su parte.

— Si-. Exclaman los dos al unisono. Calum y yo nos observamos horrorizados.

- ¡Diu!-. Gritamos sin control alguno.

— Maldición, no nos acostamos -. Bufa Calum. Suspiro cansada y tiro mi cabello hacia atrás.

No puedo creer que hasta Calum sea mas atento que yo. No estaba entendiendo mucho todo.

— Voy al baño-. Aclaro algo molesta.  Estaban todos en un gran silencio. Sabía que aquello fue muy incómodo y el orgullo fue fuerte para todos en la habitación.

De todas formas extrañaba estas ridículas peleas.

Cepillo mis dientes, cabello hago mis necesidades y estaban los tres hablando algo bajo. Al notar mi presencia se quedan algo callados.
Es un presentimiento por el que todos pasamos, se habla de ti y al callar se genera una incomodidad por parte de ellos, y tuya, pero se genera una hipocresía, como si nada hubiera pasado.
Pero no es así.

Camino hacia mi maleta.

— ¿El clima?-. Pregunto a secas.

— Llovió, asi que está algo frío allí fuera-. Murmura Michael. Asiento.

Tomo lo principal que encuentro, unos jeans azules rasgados, unas simples vans, una muy corta remera de una de mis banda favoritas, estaba también con agujeros pequeños,  y una gran sudadera, la cual no quitaría por nada, por la remera que tome; no estuvo de más tomar también un gorro de lana.

— Lo siento-. Susurro Luke.

— Pudrete-.
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FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora